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Alexandra Sumasi| Madrid

5 noviembre 2012

Juan Ferrer está detrás de Enópata, un club de vinos y una tienda de vinos situada en Valencia que venera hasta la extenuación el preciado elixir. Pocas personas deben haber en España que sepan más de vino que Juan Ferrer. Ama tanto el vino que lo eleva a categoría de arte, de poesía, y dice de él que “es el idioma que utiliza la tierra para comunicarse con nosotros”.  ¿Quién más acertado que Ferrer para preguntarle sobre la situación del vino en la restauración?

¿Crees que el vino está bien tratado en restauración?

El trato, salvo honrosas excepciones, casi siempre es deficiente. En la mayoría de locales solo disponen de vinos industriales.

Pero, además de que consideres que el producto no es el mejor, ¿crees que las condiciones tampoco lo son?

Efectivamente. No se conserva climatizado, no se sirve en las copas adecuadas ni a la temperatura correcta.

Asusta un poco oírte decir lo de los vinos industriales, pero, ¿es posible tener vinos decentes sin levantar la cartera al cliente?

Por supuesto, y más en España donde el vino, la mayoría del vino, es realmente barato.

¿Qué opinas de los incrementos de precio del vino en la restauración?

Literalmente es un robo. Se debería de cobrar un precio fijo por el servicio, independientemente del precio de compra del vino.

¿Qué vinos consideras fundamentales tener?

Los de pequeña producción, los artesanos, bio, vinos hechos por personas que tienen respeto a la tierra.

¿Qué consejos darías a un bar, una taberna o a un restaurante respecto al vino?

¡Qué lo respeten! Que cuiden su temperatura de conservación y consumo, que utilicen buenas copas para servirlo y que no le apliquen mucho margen. Como te decía antes, creo que lo ideal es que tengan un precio fijo por el servicio.