Como evitar las intoxicaciones alimentarias en verano

Adrián Fernández / Madrid
El verano es sinónimo de vacaciones y descanso para muchas personas. Sin embargo, el aumento de las salidas a chiringuitos, bares o restaurantes unido al calor pueden incrementar el riesgo de las temidas intoxicaciones alimentarias.
Se trata de una enfermedad mas común de lo que creemos que no suelen producir graves daños en la salud pero que no son nada recomendables. Se produce cuando una persona ingiere algún alimento o bebida que está contaminado a través de algún patógeno, como pueden ser bacterias, parásitos o virus.
En la hostelería, una intoxicación alimentaria puede generar una grave crisis de salud y una perdida de reputación entre los clientes. Eso le ocurrió hace unos meses al restaurante Casa Dani, ubicado en el Mercado de la Paz, en Madrid, que tuvo que cerrar por una intoxicación alimentaria que afectó a más de cuarenta personas, de las cuales varías tuvieron que ser hospitalizadas.
Las intoxicaciones más habituales
Según informa la Sociedad Española de Endrocrinología y Nutrición, las intoxicaciones alimentarias generan anualmente más de 40.000 casos en Europa, de los cuales más de 3.000 requieren de hospitalización. Las intoxicaciones más habituales durante los meses de mayor calor, es decir, los meses de verano, suelen ser:
Salmonelosis: Es una bacteria que surge cuando un alimento se ha conservado en una temperatura excesiva. En nuestro país, los huevos son los alimentos donde la salmonelosis sestá más presente.
Echerichia Coli: Es una bacteria que puede generar una toxina que afecte a la salud del ser humano. La infección puede generar diarrea, fiebre o, en los casos más graves, fallo renal. Se suele provocar cuando se consume algún alimento que ha sido poco cocinado.
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Listeria: Es una bacteria generada por una mala conservación de los alimentos crudos, sobre todo en verduras o conservas. En el cuerpo humano, suele generar cuadros de fiebre o dolores musculares. En los casos más graves, afecta al sistema nervioso provocando altas fiebre, cefaleas o meningoencefalitis.
Campylobacter: Es una bacteria presente, sobre todo, en agua o carnes crudas (sobre todo carnes de aves cocidas o crudas) o leche que esta sin pasteurizar. Los sintomas aparecen de dos a cinco días después de habernos infectado.
¿Cómo evitar las temidas intoxicaciones alimentarias?
La mayoría de las enfermedades provocadas por una intoxicación alimentaria se pueden evitar con unos sencillos consejos basados en un buen proceso de cocinado, una limpieza efectiva y un control exhaustivo de los alimentos.
El primer paso para evitar una desgracia es un gesto tan sencillo como que la persona que manipule los alimentos se lave las manos con agua y jabón. Este proceso se deberá realizar con agua caliente, un jabón antibacteriano y a conciencia.
A la hora de cocinar los alimentos del restaurante hay que prestar especial atención a los huevos, las carnes o el pescado. Es fundamental que el interior del producto se cocine, al menos, a 65 grados para que los microorganismos se mueran.

El primer paso para evitar una desgracia es un gesto tan sencillo como que la persona que manipule los alimentos se lave las manos con agua y jabón.
Para almacenar algún producto, ya sea congelado o crudo, lo mejor es hacerlo en envases totalmente separados y diferenciados y con etiquetas que indiquen de que se trata. Recuerda que un alimento bien cocinado no suele presentar ningún peligro por intoxicación, pero si se mezcla con uno contaminado, se contaminará.
En el caso de tener que descongelar un producto que ha sido previamente congelado, lo mejor es hacerlo en la nevera. Tal y como contábamos desde Barra de ideas, de esta manera, mantendrás la cadena de frio hasta que se vaya a consumir. Si es necesario servirlo en poco tiempo, puedes acelerar el proceso de descongelación calentándolo en un microondas, aunque no es lo recomendable.
La limpieza es otro aspecto fundamental para evitar enfermedades. Es muy importante que la cocina esté lo más limpia posible, sobre todo, a la hora de manipular algún alimento. Cuando se termine de cocinar, hay que limpiar a conciencia el espacio y los utensilios que se han utilizado para su elaboración. Se recomienda contar con un plan de higiene y limpieza para todos los trabajadores.