Redacción | Barcelona

Los datos imprecisos y el misterio envuelven la historia de Can Ramonet, un restaurante mítico de la ciudad de Barcelona ubicado en la que se cree que es la primera casa de la Barceloneta.

Inicialmente asociado a la venta de vino y tapas. Ramón Ballarín, primer propietario del restaurante, fue un visionario en el ámbito del marketing ya que en aquel momento los vecinos del barrio esperaban a que llenase la calle con sus pizarras explicando los productos que había podido adquirir en el mercado ese día.

“Aunque parece que se ha descubierto hoy, mi padre en el año 56 ya le entusiasmaba. Él pensaba que había que hacer publicidad y darse a conocer. Siempre estaba moviéndose.”, explica Magda Ballarín, que junto a su marido David Francés son los propietarios de esta casa hoy. Sus hijos también están en el negocio ya que gestionan el restaurante Nou Ramonet, con un perfil más juvenil y con salas adaptadas a grandes celebraciones.

La ciudad y los comensales han cambiado sus hábitos de consumo. “La gente hoy busca menos restaurantes porque piensa que le va a subir el precio de la comida. Prefieren entrar en un sitio más informal.”, reconoce Magda, y asegura que el éxito de Can Ramonet reside en que es un negocio familiar, con productos de calidad y con un ambiente íntimo.

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