Food trucks: el declive de este formato gastronómico en pandemia

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historia de los food trucks

Julia Menéndez | Madrid

La crisis del coronavirus ha tenido un fuerte impacto en el sector de la hostelería, pero esto no es algo novedoso. Sin embargo, los festivales, mercados de productores y demás eventos de ocio que alberguen grandes masas de gente se han quedado atrás y, con ellos, los food trucks. Este modelo gastronómico a ruedas nos suministraba todo tipo de bebidas, comidas artesanales, desde fast food hasta productos más elaborados. Los food trucks o gastronetas, tal y como se les llama en España, funcionaban a la perfección en ese tipo de formatos  al aire libre pero, ¿qué ha sido de ellos?, ¿cómo están funcionando en la actualidad?

¿Qué ha pasado con los food trucks en la pandemia?

Las gastronetas en nuestro país están muy arraigadas a fiestas populares, eventos musicales, conciertos y mercados y actualmente todos esos sectores están completamente cerrados. Entonces, ¿qué ocurre con este formato? Según la ley en España para los permisos y licencias con los food trucks, se necesitan tres tipos de permisos:

  • Permiso para el vehículo.
  • Para los trabajadores.
  • Para el lugar de trabajo.

En el caso del lugar de trabajo, los permisos se vuelven más costosos porque dependes del Ayuntamiento en última instancia para que te lo conceda. Sin embargo, la situación es muy diferente a la que podemos encontrar en las calles de Estados Unidos donde fácilmente uno puede poner su vehículo y vender comida****.

«Nosotros ahora mismo en los mercados estamos anulados, es un grueso importante de ingresos al mes y hemos empezado a sobrevivir con otras formas», habla Miguel Álvarez, creador de Las Cremositas, una empresa proveedora de una amplia gama de croquetas en Madrid que vende sus productos en gastroneta en diferentes mercados. «Nosotros empezamos con los mercados de productores enfocados a eventos y después se fueron abrieron más frentes hacia restaurantes y venta en web».

En su caso, la empresa ha sufrido el impacto de la pandemia en primera persona. «Hemos tenido que poner más empeño y esfuerzo en la venta online. Hemos visto que ha crecido la demanda a domicilio pero tanto productores como proveedores se han visto afectados en este aspecto».

«Los food trucks suponen una mejora en la imagen de la marca y la calidad de la comida es muchísimo mejor», Miguel Álvarez.

En cuestiones de ampliar las oportunidades fuera de estos eventos, según Álvarez, se hace más costoso. «Tú no puedes ir a la salida de un concierto o poner en la calle un food truck, no está permitido. En América si puedes hacerlo, en España queda tiempo», afirma.

Lucio Chagas Schnell, sin embargo, es responsable de Roka en España, una empresa que alquila y vende gastronetas en países de Europa como Suiza, Austria, Francia e Italia. Afirma que ahora no hay mucho movimiento por culpa de la pandemia.

En España empezaron a funcionar hace cuatro años. «Aquí, en cuanto a la venta, había mucho interés pero muchos se quedaron a la espera de que los Ayuntamientos abrieran la mano para facilitar el negocio«, cuenta.

Ahora nos dice que «está todo muerto» y que en Alemania también las oportunidades se han reducido. «Desde que empezó la pandemia. La alquiler de gastroneta está a 0». La diferencia es que en el país germano no cobran el gasto de estar aparcado según Chagas. «En Alemania tenemos un 25% de mercado«, afirma en comparación con nuestro país.

 

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Todo empezó en Estados Unidos: los food trucks y su historia

Desde hace más de 100 años, estos camiones de comida ambulante han funcionado a la perfección en las grandes ciudades como Nueva York o Berlín. Pero, mucho antes que eso, en el lejano Oeste se empezó a servir comidas a los vaqueros en los chuck wagon. Por ese entonces, según Gastreatrucks, «la demanda de suministros de comida era tan complicada de satisfacer que surgieron las food trucks. Estos primero modelos de carros de comida recorrían trayectos de difícil acceso y carreteras sin asfaltar».

Sin embargo, en la Edad Moderna, estos formatos andantes innovaron a gran escala: la sucesión de la comida rápida y las nuevas formas de vida tan aceleradas, provocó que la forma de consumir se hiciera en la calle. La industrialización, el trabajo y sus horarios limitados y la vida de ciudad aceleró un gran cambio en el consumo de comida. La marca Oscar Mayer es un ejemplo de ello y es que comenzó a vender sus productos en carros de comida con forma de salchicha.

Sin embargo, en nuestro país, ha tenido una gran evolución en los últimos diez años y es que ha sido una buena forma de vender productos y de crear una marca entorno al formato que ha gustado mucho a sus consumidores.

Fuente: Gastreatrucks

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