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El picante conquista España: cuando la guindilla se encuentra con el jalapeño

por | Sep 11, 2025

Ya no es solo cosa de valientes ni de viajeros intrépidos, se ha convertido en una tendencia en alza que cruza fronteras, conecta con la diversidad cultural y reinventa las recetas de toda la vida.

Que el picante haya entrado con tanta fuerza en la gastronomía española no es casualidad. España recibió en 2024 cerca de 94 millones de turistas, lo que supuso un 10% más que el año anterior, y el gasto ascendió a más de 126.000 millones de euros según datos oficiales.

Solo en los primeros cinco meses de 2025, los visitantes extranjeros ya habían dejado más de 65.000 millones en el país. Estas cifras no solo impulsan al sector hostelero en términos económicos, también amplían los horizontes culinarios, porque cada viajero llega con expectativas y con la memoria de sabores vividos en otras latitudes.

Sabores que cruzan fronteras

El turismo es uno de los grandes motores que explica este nuevo apetito. Los visitantes demandan en sus viajes lo que forma parte de su cultura gastronómica diaria y, al mismo tiempo, los españoles que viajan descubren la intensidad de una michelada mexicana o el calor de un curry indio, regresando con ganas de repetir.

La emigración aporta otro ingrediente fundamental: comunidades que se instalan en España y que, a través de pequeños negocios o grandes restaurantes, introducen productos y recetas que acaban siendo aceptadas por un público cada vez más abierto.

El resultado es un mestizaje continuo. Así, lo que empezó como una rareza en algunos locales étnicos se ha convertido en una apuesta segura para bares, cadenas de casual dining y propuestas de delivery que buscan diferenciarse con un toque de fuego.

Platos que se reinventan (y pican)

En el terreno de los ingredientes, lo local se mezcla con lo global. La guindilla vasca, los pimientos de Padrón o la cayena conviven ahora con jalapeños, chipotle, sriracha, kimchi o gochujang. Las patatas bravas, emblema del tapeo nacional, han pasado de la salsa clásica a versiones con alioli de chipotle o jalapeño encurtido. En esa línea, las croquetas se han vuelto más atrevidas, con rellenos que incorporan habanero o curry picante; incluso la tortilla española encuentra su giro al acompañarse de salsas ardientes (o sus versiones rellenas) que cambian la experiencia de cada bocado.

Las hamburgueserías han convertido el picante en un recurso de fidelización, con recetas que incluyen jalapeños frescos, pulled pork al chipotle y alitas bañadas en salsas de intensidad creciente. En cuanto a las beldades del mar, el marisco tampoco se queda atrás: mejillones en escabeche con un punto más fuerte, gambas al ajillo que no se conforman con una sola cayena, calamares que se mojan en aliolis encendidos. Y por último, en coctelería, la moda se consolida con margaritas que incorporan chile o micheladas que refrescan a la vez que sorprenden.

En este viaje no falta un guiño irónico: España llevó el chile a Europa durante la colonización, pero le tomó siglos adoptarlo en serio. Hoy, en cambio, se redescubre desde la hostelería como un recurso que conecta con la globalización, el turismo y la diversidad cultural, tres fuerzas que están marcando el rumbo de la gastronomía contemporánea.

El futuro del picante en España

El turismo seguirá siendo clave, porque no solo trae visitantes que consumen, también trae inspiración y exige a la hostelería una respuesta innovadora. El sector ya representa en torno al 15% del PIB español y más de tres millones de empleos, lo que muestra hasta qué punto está entrelazado con nuestra vida diaria. La cocina, como reflejo de esa realidad, se convierte en un espacio donde lo tradicional se mezcla con lo global.

El picante, lejos de ser una moda pasajera, se perfila como un recurso indispensable para quienes quieran sorprender, fidelizar y dar valor añadido a su propuesta gastronómica. Lo piden los clientes jóvenes (hasta existen challenges virales al respecto), lo descubren los turistas y lo abrazan los cocineros que ven en él un campo abierto para la creatividad.


Flor Medeot
Flor Medeot

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