Adrián Fernández / Madrid 

Contar con un equipo motivado y feliz con lo que hace es una de las claves de éxito de un negocio hostelero. Y más en un sector como este donde cuidar de de la experiencia que recibe el cliente es fundamental para conseguir que repitan en nuestro restaurante. Por desgracia, la hostelería se enfrenta a un grave problema: la falta de un personal motivado con su labor. Ello provocado, en gran medida, por salarios bajos, alta rotación de personal o jornadas intensas de trabajo. 

Esta situación ha derivado en graves problemas de salud para el personal hostelero. Los trastornos mentales, cada vez más presentes entre los empleados de la hostelería, pueden generar absentismo laboral que, a su vez, puede provocar una pérdida de la productividad y competitividad de la empresa tal y como contábamos en este artículo. 

Es el momento de poner una solución a este problema y revertir la situación provocada a lo largo de muchos años. Hay que reconocer el talento, ofrecer ofertas de trabajo coherentes y tener en cuenta otros aspectos que cada día valoran más, como es el caso del salario emocional. 

Hay que entender que, para que un trabajador decida quedarse en su puesto de trabajo, existen muchos razones. Más allá de la cantidad económica que reciba cada mes, hay otros factores emocionales que influyen. 

Salario emocional: conectar con las personas 

Seguramente habrás oido hablar ya del salario emocional pero, ¿sabes qué es realmente? En la práctica, el salario emocional es cualquier tipo de beneficio no monetario que una empresa ofrece a sus trabajadores. 

Todo ello con el objetivo de mejorar la situación laboral del trabajador y conseguir que su calidad de vida en el trabajo sea lo mejor posible. Realmente, dentro de la balanza, el salario emocional hace referencia al lado más humano y personal del terreno laboral. 

Sentimientos como el de pertenencia, el del compañerismo, la empatía o el espíritu de superación surgen para generar un bienestar integrador basado en una filosofía win to win, es decir, donde la empresa y el trabajador siempre salen ganando. Al final se trata de variables que enriquecen a las personas mucho más allá de la propia retribución económica. 

Una nueva forma de entender el trabajo 

Como hemos visto, aplicar el salario emocional en tu restaurante tiene consecuencias positivas para todos. Por un lado, los trabajadores se sentirán mucho más felices y realizados con lo que hacen y, por lo tanto, el ambiente laboral mejorará. Por otro, el absentismo laboral se reducirá y aumentará la productividad y las ventas de la empresa. Además, retener nuevo talento será mucho más fácil y los índices de rotación se verán reducidos al mínimo. 

Existen muchas formas de aplicar el salario emocional. En función de las necesidades de cada trabajador se podrá aplicar una u otra medida. Nosotros te traemos algunos de los mejores ejemplos donde poder poner en marcha medidas basadas en el salario emocional y el bienestar emocional de las personas: 

Días libres: Puedes ofrecer una jornada de descanso en días especiales como puede ser en caso de un cumpleaños o por la perdida de algún ser querido. 

Formación: Los empleados demandan cada día más formación a cargo de la empresa. Cursos, talleres o seminarios son una excelente opción para impulsar el desarrollo profesional de nuestros empleados. 

Lectura recomendada: Cuida a tu equipo para que cuiden de tu negocio 

Espacios para distraerse: A la hora de realizar un descanso podemos ofrecer a nuestros empleados un espacio divertido para desconectar. Salas de descanso, salas de juegos, salas con televisión o pequeños gimnasios pueden ser una excelente opción. 

Beneficios sociales: Es un punto muy amplio que dependerá de cada empresa. La idea principal es pensar que necesitan los trabajadores y hacerlo realidad. Por ejemplo, puedes ofrecer tickets de restaurantes, de transporte, descuentos en supermercados o guarderías para los más pequeños de la casa. 

Voluntariado: La empresa puede promover organizar actividades de voluntariado en alguna entidad social. Una medida que conseguirá que muchos empleados se sientan realizados.