¿Qué es la gastronomía inmersiva? La experiencia más allá de la comida

Adrián Fernández / Madrid
Imagínate que los platos cobrasen vida. Imagínate crear un auténtico espectáculo visual, sonoro y olfativo a través de la gastronomía. Pues esto ya es posible y tiene un nombre: gastronomía inmersiva.
Este concepto lo que hace es ofrecer al cliente una experiencia única a través de los cinco sentidos. Gracias a estímulos sonoros, aromáticos, visuales, táctiles y gustativos se consigue algo único, distinto y que atrapa al comensal.
Su origen se remonta a la alta cocina francesa, conocida como haute cousine, donde los propios chefs empezaron a experimentar en la preparación de los platos convirtiendo todo el proceso de elaboración en una auténtica obra de arte.
Gastronomía inmersiva : experiencias culinarias más allá de la comida
En la actualidad se han incorporado nuevas experiencias al proceso para sorprender al comensal. Luces, sonidos, sabores, olores… Todo ello se une para adentrar al cliente en un recuerdo inolvidable.
La gastronomía inmersiva siempre se encuentra en constante transformación e innovación buscando nuevos retos. Aquí, la tecnología siempre está puesta al servicio del espectáculo culinario.
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Esta forma única de ofrecer la cocina crece de manera exponencial y cada día gana más adeptos. Los clientes demandan nuevas experiencias y, sin duda, la gastronomía inmersiva es la solución.
Los ejemplos más claros de gastronomía inmersiva los encontramos cuando los clientes participan, de alguna manera, en la preparación de los platos o cuando los restaurantes realizan una cata a ciegas de su menú a los comensales.
Restaurantes que aplican la gastronomía inmersiva
Existen diversos restaurantes con cocina inmersiva repartidos por todo el mundo. Uno de los más famosos es el Alchemist, en Copenhague, Dinamarca. Se trata de un restaurante donde el arte, la música, el teatro y la crítica se unen para ofrecer una experiencia sensorial atractiva y diferente. Entre sus galardones destacan el título de mejor restaurante de Dinamarca y dos estrellas Michelin.
Otro referente es Ultraviolet by Paul Pairet, en Shangai. Desde hace más de diez años, ofrece una experiencia inmersiva en la cual se desarrolla como una obra de teatro y donde la comida es el actor principal. A su historia se le une proyecciones, aromas o luces que lo convierten en un auténtico espectáculo.
En nuestro país, el chef Paco Roncero también apuesta por la cocina inmersiva. Con su proyecto Sublimotion, en el Hard Rock de Ibiza, une el arte visual con la gastronomía y ofrece, durante más de tres horas, una experiencia sensorial que deja sin respiración a los comensales.
En Valencia podemos encontrar Virtuchef, que ofrece una experiencia en la que un sistema identifica al cliente desde que llega al establecimiento y lo guía a su mesa, de forma multitáctil e interactiva.