Las 10 tendencias suicidas de 2018 en restauración

Ahora que las redes y los blogs van llenos de artículos sobre tendencias e innovaciones en #restaurantes para 2018 yo propongo las ANTI-Tendencias que, muy a pesar del CoolHunting inspiracional también se van a imponer en 2018. Seguro que no son muy mainstream ni muy fashion, pero estoy convencido que también darán que hablar… o no.
Perdonen por el punto de ironía…
- Los Bocatas de chorizo: Visto el precio que está alcanzando y el que promete alcanzar el jamón ibérico, la reivindicación del chorizo -ibérico o no- se impondrá en los bocatas de desayuno u otros. También tiene su espacio el jamón de Teruel y el jamón de Sierra Nevada para aplacar con estupenda calidad el apetito jamonero de tantos y tantos.
- La cerveza pilsen de toda la vida: Tanta cerveza artesana IPA amarga (muy amarga) y de sabor áspero hará que muchos clientes huyan hacía la cervecita de toda la vida. Siempre queda la opción que los cerveceros artesanales se lo curren un poquito más y no hagan tanta IPA.
- El menú del día a 10€: Mucho empresario español perseverará en abrir #restaurantes con menú a 10€ y los que ya lo tienen valorarán no solo mantenerlo sino bajarlo de precio para robarle algún cliente al local de al lado. Operar en pérdidas será tendencia en 2018.
- Los #restaurantes zombies: Estar muerto y no saberlo será tendencia en 2018. Muchos #restaurantes se desangrarán por culpa de “alguna crisis” que hay por ahí sin replantearse su concepto. Otra antitendencia será el #restaurante parásito que sobrevive siendo malote con el personal y con la hacienda pública (si esos restaurantes fueran buenas personas y más legalillos, estarían en pérdidas y cerrados)
- Quejarse muy fuerte de que no hay camareros y cocineros para trabajar (y de que los jóvenes no quieren trabajar): Será rabiosa tendencia protestar porque no se encuentra “gente” para trabajar sin plantearse qué condiciones se ofrecen y qué esfuerzos de formación se hacen. Hay un spin-off interesante de esta antitendencia en las costas e islas por razón de las viviendas para el personal en temporada (para darle de comer aparte, este problema)
Lectura recomendada: Camareros: ¿fracaso social o bajeza profesional?
- Seguir huyendo de casual dinning y el street food: A pesar que la compra media sigue bajando -gran indicador- y que hay un clamor popular hacia las propuestas ágiles, económicas y ricas, seguiremos abriendo más #restaurantes de los necesarios del tipo lento, caro y aburrido.
- Tener ratios de costes de personal y de consumo muy elevados: Quejarse de lo caro que es el personal y lo que ha subido la materia prima será tendencia, por delante de ponerse las pilas para gestionar e incorporar tecnología y voluntad para mejorar los resultados.
- Los superalimentos ibéricos: Agotada la veta de encontrar semillas y otros alimentos “súper” que lo arreglan todo en el altiplano sudamericano, llegará la moda de encontrar superalimentos en el terruño (y, si no, al tanto)
- La cocina de puchero: ¡Ojo! Que esto puede ser tendencia de verdad…pero como no es candidata a salir en las listas fashion, la meto yo entre las antitendencias.
- El chuletón: Otro que no saldrá en los listados de tendencias cool pero que será refugio de sentimentales haítos de zumos de césped durante la semana.
- BONUS: Añado, que otra antitendencia del 2018 será llamarle col o repollo a la kale.
Brindo por un exitoso, innovador y divertido 2018
Sigue a Manel Morillo en LinkedIn