La coherencia estética entre el restaurante y la carta

Te sientan a la mesa y te traen la carta, con una tipografía clara y legible, la info bien estructurada y – ¡oh!, milagro – coherencia estética con la decoración y el estilo del restaurante. Pero la realidad casi siempre es todo lo contrario. En el fondo muchos restaurantes lo pueden pasar por alto. Más vale tener un restaurante con buena comida y con un diseño de menú regulero que una carta increíblemente bien diseñada con una comida pobre, ¿no?
¿Pero por qué no aspirar a hacer bien las dos cosas?
Hay muchos establecimientos dedicados a la restauración que emplean neuromarketing, que consiste en una serie de técnicas usadas de neurociencia aplicadas al marketing, o sea, vender más. Truquillos psicológicos como utilizar colores como el rojo o el naranja, que aumentan el apetito o iluminar tu restaurante una luz tenue, que te invitará a quedarte más tiempo.
¿Que te parece más apetecible: una «hamburguesa gourmet de ternera gallega a la brasa con beacon Pata Negra, mostaza a la miel, finas lonchas de queso brie y cebolla pochada con guarnición de tomates cherry marinados en aceite de romero» o «una hamburguesa completa»? Que se te haga la boca agua…seguramente la primera opción. Y, ante el mismo precio de una y otra, nos parecerá más cara la segunda.
Según un estudio de la Universidad de Illinois cuanto más sugerente y exhaustiva sea la descripción de un plato, más pasta estaremos dispuestos a pagar por él. Este estudio nos dice que las cartas bien diseñadas y con platos detalladas consiguen un 27% más de faturación.
Koljòs es uno de esos estudios que se encarga de complementar la creatividad y capacidad del cocinero con un diseño acorde. Su punto fuerte no solo está en el cuidado de sus trabajos, está en la versatilidad que tiene a la hora de realizar estos proyectos. Al igual que se atreven con diseños de grabados clásicos victorianos.
Son capaces de realizar un menú compuesto completamente de tipografías hechas a mano, ilustrar sus platos en acuarela…
O reflejar el espíritu colorista y tropical de una misión californiana.