Lejos de quedarse en vitrinas, sigue vivo y conquistando tanto a chefs veteranos como a nuevas generaciones que buscan innovar sin perder la tradición. Historia, técnica y sostenibilidad se combinan en un producto que mantiene su prestigio y su capacidad de sorprender.
El foie gras tiene más de 4.500 años de historia, con sus primeros registros en el Antiguo Egipto, donde se documentaron técnicas para alimentar aves con el fin de obtener un producto único. Con el paso del tiempo, la elaboración se perfeccionó hasta convertirse en un símbolo de excelencia gastronómica, reconocido como Producto Protegido del Patrimonio Cultural y Gastronómico Francés en 2006.
Su versatilidad es uno de sus mayores atractivos: se puede servir en terrinas, mousses, tapas o platos principales, combinando texturas y sabores que permiten a los expertos de la cocina experimentar y sorprender. Cada plato es una invitación a jugar con la tradición, adaptándola a la cocina contemporánea.
En palabras de Enrique de Prado, presidente de la Asociación Interprofesional de las Palmípedas Grasas (Interpalm), la organización que representa a los productores de foie gras en España: “Queremos acercar este producto de gran calidad a los consumidores jóvenes y a los nuevos cocineros, para que se atrevan a incluirlo de forma creativa y responsable en sus elaboraciones.”
Impacto económico y compromiso sostenible del Foie Gras
El Foie Gras no solo destaca por su sabor y prestigio, también tiene un impacto real en la economía española. Según el Manual del Foie Gras, España es actualmente el cuarto productor europeo y segundo consumidor, generando más de 6.000 empleos directos e indirectos, principalmente en zonas rurales como Castilla y León, Navarra, País Vasco, Cataluña y Aragón. Además, el 93% de las ventas se destina al mercado nacional, lo que consolida su relevancia económica y su contribución al mantenimiento de comunidades rurales.
El sector también ha adoptado un compromiso con la sostenibilidad y el bienestar animal. Desde la publicación del Código de Buenas Prácticas de Bienestar Animal hasta la aplicación de procesos que promueven la economía circular, se asegura calidad, ética y respeto al entorno. Esta responsabilidad permite que los restauradores puedan innovar con confianza, incorporando el foie gras en menús que equilibran tradición, creatividad y respeto por el producto.
La creatividad es infinita, los chefs pueden experimentar con cortes, técnicas y combinaciones de sabores para acercar el foie gras a paladares modernos, manteniendo su esencia mientras sorprenden a comensales exigentes.
“La producción de Foie Gras en España es excelente y reconocida internacionalmente. Queremos que los cocineros que se inician puedan conocerlo mejor y atreverse a incluirlo de forma creativa y responsable en sus elaboraciones”, Enrique de Prado
Inspiración para nuevas generaciones
La campaña europea “El Foie Gras en Reels” refuerza este mensaje, acercando el producto a nuevos públicos y cocineros emergentes con información sobre su historia, técnicas de preparación y oportunidades para crear platos innovadores.
Cada receta, cada técnica y cada plato son un recordatorio de que la excelencia y la innovación pueden ir de la mano, y que este producto sigue listo para conquistar la cocina española contemporánea.





