Hay restaurantes que alimentan el estómago, y hay otros que alimentan el alma. Y si estás en Zaragoza y no has sentido un “¡wow!” en alguno de los locales del Grupo NOLA, probablemente te estás perdiendo una experiencia gastronómica cocinada desde las entrañas. Alex Viñal, el chef autodidacta y alma inquieta detrás del grupo, lo dejó clarísimo en Sapiens On Road Zaragoza. Y lo compartió con Barra de Ideas.
La creatividad no es una decoración, es el fuego que lo impulsa todo. Porque sí, aquí no se trata solo de poner una croqueta aestethic en Instagram. Aquí se juega a otro nivel, transformar productos humildes como el pollo o un huevo en una experiencia que el cliente recuerda con los cinco sentidos… y con el corazón.
La experiencia empieza antes de sentarte a la mesa
“El cliente viene con la intención de vivir algo especial”, dijo Alex. Y eso ya es parte de la magia. No hablamos de un plato bonito, sino de un relato que arranca mucho antes de la primera cucharada. Desde la reserva, la música del local, el olor al entrar, la manera en que el equipo de sala presenta cada plato como si fuera una obra de teatro, todo está pensado para que el comensal entre en el universo NOLA con los ojos, el olfato, el oído y, claro, el gusto bien abiertos.
Alex habla de una “relación calidad-precio-placer”. ¿Qué significa? Que no necesitas un ingrediente caro para emocionar. Puedes elegir un producto cotidiano, darle una vuelta de tuerca creativa, y hacer que alguien piense: ¿cómo han podido hacer esto con una panceta? Y ese es el punto de inflexión. Ahí es donde la autenticidad en ejecución deja de ser un plus y se convierte en el plato fuerte.
Cocinar ideas, liderar pasiones
Detrás de esa creatividad imparable hay algo que no siempre se ve, una gestión emocionalmente inteligente. “Nuestro negocio es muy emocional”, dice Alex, que ya lidera un equipo de 50 personas. Su mayor desafío no ha sido inventar el menú perfecto, sino encontrar y retener a las personas que compartan su forma de entender la gastronomía como acto de entrega.
En una ciudad con más de 1.200 restaurantes, según datos del Ayuntamiento de Zaragoza de diciembre de 2024, la competencia es singular. Por eso, la comunicación dentro del equipo es fundamental para diferenciarse y transmitir con autenticidad y coherencia la propuesta gastronómica.
“Esto es clave. Porque tienen que saber que el cliente es lo más importante y que vivimos y trabajamos para ellos, para la experiencia del cliente. Cuando transmiten eso, es algo que lo haces intuitivo”, afirmó Alex.
Actualmente, Grupo NOLA cuenta con unos cuatro locales fijos, a los que se suman las dos Champion Burgers que recorren toda España llevando su propuesta gastronómica sobre ruedas. Más allá de la expansión, Alex insistió en que cada modelo de negocio —ya sea un local o una food truck— debe gestionarse con el mismo compromiso y pasión. “Los responsables de cada punto tienen que compartir el mismo sentimiento”, subrayó, convencido de que esa coherencia es clave para mantener la esencia del proyecto.
La emoción lidera el menú
Viñal no estudió cocina, y tal vez por eso cocina sin ataduras. Nadie le enseñó cómo debía hacerse un pescado, así que él lo hace como siente. La libertad de no tener moldes lo ha convertido en un creador de platos (y conceptos) auténticos, que no siguen tendencias, pero las entienden. “Las redes sociales son como la sal en la cocina: necesarias, pero no cocinamos para ellas”, aclaró. Cocinan para las personas. Y eso se nota.
Cada nuevo plato tiene una caducidad emocional de unos tres meses. Porque cuando ya lo has dicho todo con un plato, toca inventar otro. “Me da miedo la estaticidad”, confesó.
El Grupo NOLA está siempre en ebullición: cambiando cartas, creando conceptos, viajando por España con sus Tacos-Grass y soñando en grande, pero con los pies bien plantados en Zaragoza. Su inspiración viene de dentro, de su abuela, sus raíces y de una cocina que no se estudia, se vive. Y eso también se transmite a quienes se suben a (su) barco.
“No es fácil delegar, pero es necesario. Y para eso necesitas rodearte de gente que tenga tu misma pasión”. Alex Viñal.
