“¿Y si me va bien?”: aprendizajes reales para emprender con actitud (y cabeza) en gastronomía

por | Abr 11, 2025

Gastro Emprende Madrid | Emprender en gastronomía no es solo tener una buena receta o una ubicación privilegiada. Es, sobre todo, tener el coraje de dar un salto en medio de la incertidumbre. Y esa fue la gran lección que dejó la mesa redonda “Actitud emprendedora: proyectos que inspiran y motivan” celebrada en Gastro Emprende Madrid, donde tres voces con trayectorias muy distintas —pero con una misma determinación— compartieron lo que nadie suele contar del emprendimiento: la gestión emocional del miedo, la soledad, el “no sé si me va a salir bien” y la importancia de construir desde la autenticidad.

Cristian Rueda (Pignic Ibérico), Dani Estévez (Ceres Coffee) y Kateryna Mekjalchyshyna (Platogonistas) coincidieron en algo que confirma el último Mapa del Emprendimiento de South Summit: para el 75% de quienes emprenden, la principal barrera no es económica. Es emocional.

“¿Y si me va bien?”

Cristian Rueda lo dijo con una claridad que desarmó: “¿Por qué tenemos que pensar siempre en negativo? ¿Y si en lugar de decir ‘y si me sale mal’ pensamos ‘y si me va bien’? ¿Y si monto el negocio y me va mejor de lo que esperaba?”.

Ese cambio de narrativa, explicó, fue clave para dar el paso y abrir un puesto de bocadillos de jamón ibérico en plena Puerta del Sol, compitiendo con gigantes del sector. ¿El resultado? 7 toneladas de jamón vendidas al año. Pero no se trata solo del producto, sino del alma que se le imprime: “Yo nunca negocio la calidad. Nunca. Y al equipo hay que formarlo también emocionalmente, porque ellos son quienes venden, quienes resuelven problemas, quienes construyen la experiencia del cliente”.

El miedo nunca desaparece, pero se transforma

Kateryna, fundadora de Platogonistas, desmontó varios mitos. Uno de ellos: que emprender online es más fácil. “Tenía la idea de abrir un local, pero una conversación con Jon Fernández me dio una dosis de realidad. Me pregunté si realmente quería asumir ese nivel de compromiso. Yo admiro profundamente a quienes lo hacen”.

Aun en su terreno —la formación digital—, los errores se pagan. “Mucha gente empieza ofreciendo productos muy baratos, pensando que así venderán más. Yo también caí ahí. Pero te das cuenta de que cuesta casi lo mismo vender un curso de 50 euros que uno de 500. Es importante tener claro cuánto tiempo y energía inviertes, qué retorno obtienes y cómo diversificar tu oferta: productos de entrada, programas más avanzados… y saber distribuir bien el esfuerzo”.

Emprender desde fuera de los focos

Dani Estévez apostó por algo que parece obvio pero no lo es: emprender fuera de Madrid o Barcelona. En Talavera de la Reina, donde abrió Ceres Coffee, tuvo que crear cultura desde cero.

Su receta: autenticidad radical. “Yo no vendo, yo transmito. Si eres tú mismo, si creas un equipo que se sienta como en casa, si cuidas el producto y eres coherente entre lo que dices y lo que haces, acabas generando comunidad”.

También compartió un aprendizaje crucial: pasar del “yo” al “nosotros”. “Crecimos cuando dejé de decir ‘yo quiero’ y empecé a pensar en clave de equipo: ‘nosotros tenemos que’. Y eso requiere liderazgo, comunicación y mucho trabajo emocional”.

De la idea romántica a la realidad (con números y todo)

Cristian lanzó una advertencia directa: “Puedes soñar con una pizzería napolitana porque está de moda, pero si no aterrizas los costes, el origen de tus ingredientes, el escandallo, el canal de venta (¿vas a hacer delivery?), no te va a salir. La cocina oculta, por ejemplo, parece barata y fácil, pero muchos han perdido dinero por no saber en qué se estaban metiendo”.

Y fue claro con el valor de la experiencia previa: “Antes de montar algo, trabaja en hostelería, haz escandallos, atiende al público, ve el inventario… eso te da un baño de realidad que te puede ahorrar muchos disgustos”.

Tres claves para emprender (con éxito emocional)

1. Cuida la cabeza tanto como la caja. Todos coincidieron en que la inteligencia emocional es un activo esencial en la empresa. Hay que entrenarla igual que se entrena el producto, el discurso o las ventas.

2. Sé tú. Y muéstralo. Como dijo Kateryna: “Las marcas que destacan son las que se atreven a ser auténticas. No necesitas un local instagrameable: necesitas contar tu historia, humanizar, salir en redes como eres, mostrar lo que hay detrás”.

3. Crea equipo. De verdad. “Un bocadillo lo puede hacer cualquiera”, dijo Cristian. “Pero lo que marca la diferencia es el equipo que tienes, cómo lo tratas, cómo lo formas, cómo le das autonomía para responder al cliente con seguridad”.

Emprender no es para valientes. Es para humanos

Dani cerró con una frase que lo resume todo: “Hola, ¿qué tal? Soy consultor gastronómico, ¿en qué te puedo ayudar?”. Porque emprender acompañado, con gente que ya ha vivido lo que tú estás por vivir, hace toda la diferencia. Cristian lo subrayó también: “Si en 2013 alguien me hubiera dicho ‘te ayudo con esto’, me habría ahorrado muchos dolores de cabeza”.

Porque, como dice el proverbio africano que todos compartieron:
Si quieres llegar rápido, ve solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado.

Y si alguna vez dudas, vuelve a hacerte esa pregunta que lanza Cristian cada vez que el miedo aparece:
¿Y si me va bien?

Redactor
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