Por mucho que digan que lo clásico nunca muere, lo cierto es que si las torrijas no se hubieran subido al tren de la reinvención, estaríamos hablando de un dulce con fecha de caducidad mental: Semana Santa y poco más. Pero no. Las torrijas están viviendo su mejor momento y lo hacen a lo grande: con nuevas formas, sabores, texturas y ambiciones gourmet.
Según datos de ASEMPAS (Asociación de Empresarios Artesanos del sector de Pastelería de Madrid), esta temporada se espera el consumo de más de 7 millones de torrijas solo en las cerca de 600 pastelerías artesanas de Madrid. Y ojo, porque muchas de ellas ya están vendiéndose desde enero. ¿El motivo? El hambre de innovación (y azúcar) no entiende de calendarios litúrgicos.
De la abuela… al foodie
Sí, la torrija de leche con canela sigue siendo la reina. Pero las pastelerías más creativas se han propuesto destronarla con propuestas que parecen sacadas de un best-seller gastronómico: torrijas de chocolate, de frutos rojos, rellenas de crema pastelera, con almendra crujiente, infusionadas con cerveza artesanal o bañadas en licor de café.
Y por si fuera poco, se apuntan a la fiesta las versiones veganas y sin gluten, que ya no son rarezas sino apuestas seguras para llegar a nuevos públicos.
Otro cambio jugoso: el comercio electrónico y el servicio a domicilio están empujando este postre al top de las ventas online. Cada vez más consumidores buscan esa experiencia de “cucharada de nostalgia” sin salir de casa, lo que está generando un mercado dulce y en expansión para los restauradores que se atrevan a sumarse.
¿Por qué las torrijas gustan tanto?
Porque son pura emoción en forma de pan empapado. Tienen la textura jugosa del confort, el aroma de los recuerdos, y una versatilidad que las hace irresistibles. Se pueden servir frías o calientes, como postre, desayuno o incluso tapa dulce. Además, tienen algo muy valioso: cuentan historias. La de la abuela, la del pueblo, la de la primera Semana Santa sin lluvia…
Cada vez más chefs apuestan por la torrija como postre estrella. Bien presentada, acompañada de un helado casero, o reinterpretada con técnicas de alta cocina, se convierte en el broche perfecto de un menú que busca emocionar. Un clásico humilde convertido en emblema del restaurante.
Y aquí viene la guinda: la torrija tiene potencial para ser un icono internacional de la gastronomía española. Como lo fueron los churros o la tortilla. Solo necesita algo más de marketing, una buena narrativa y muchas ganas de conquistar paladares más allá de nuestras fronteras.
¿Cómo hacer que tu torrija sea inolvidable?
Aquí van algunos trucos de los que saben:
- Usa pan específico para torrijas: más compacto, más resistente, más jugoso.
- Deja que el pan se empape bien, sin miedo. El secreto está en el equilibrio justo para que no se deshaga, pero tampoco quede seco.
- Juega con los baños: leche infusionada con cítricos, vino dulce, licores, ¡o incluso cerveza tostada!
- El toque final importa: carameliza con soplete, acompaña con frutas frescas o corona con un toque de sal Maldon. Boom.
Pastelerías y chefs que han elevado a los altares la torrija
1. Pastelería Formentor (Madrid): Galardonada con el premio a la mejor torrija tradicional de Madrid en 2024, su receta se basa en ingredientes sencillos pero de alta calidad, siguiendo una tradición de 60 años.
2. Pastelería Cercadillo (Madrid): Reconocida por su torrija innovadora bañada en canela y naranja, cubierta con chocolate bombón y decorada con bolitas de cereal cubiertas de chocolate.
3. Pastelería La Oriental (Madrid): Especializada en torrijas sin gluten, utiliza una receta secreta para el pan, bañado en tres leches infusionadas durante 48 horas, caramelizado con azúcar y canela, y coronado con un semifrío de vainilla.
4. Dabiz Muñoz (Madrid): El reconocido chef ha creado “La torrija Dabiziana del amor”, elaborada con brioche remojado en una mezcla de leche, nata, azúcar y vainilla, tostado en mantequilla y recubierto con chocolate negro, acompañada de una salsa agridulce de frambuesas, miel de flores y ron.
5. El Riojano (Madrid): Fundada en 1855, esta pastelería ofrece torrijas tradicionales remojadas en leche o vino, manteniendo la esencia de la receta clásica.
6. Levaduramadre Natural Bakery (Madrid): Ofrece torrijas tradicionales y una exclusiva de dulce de leche, ambas elaboradas con pan brioche artesanal y bañadas en una infusión de leche y nata con azúcar, canela y ralladura de limón.
7. Villaroy’s (Madrid): Ganadora del premio a la mejor torrija tradicional de Madrid en 2023, su torrija se elabora con un bollo de mantequilla infusionado en leche fresca y nata, frito y espolvoreado con azúcar y canela.
8. Cristina Oria (Madrid): La chef ofrece una torrija singular elaborada a partir de roscón, servida con un sirope especial y acompañada de helado de vainilla.
9. Escorza sin gluten (Madrid): Este obrador artesano se ha ganado una reputación por la calidad de sus productos sin gluten, incluyendo torrijas que atraen a clientes de todas partes por su sabor y textura comparables a las tradicionales.
10. Confiterías Maite (Murcia): Ofrecen una variedad de dulces tradicionales de Semana Santa, incluyendo torrijas, destacando por su calidad y sabor que mantienen vivas las tradiciones culinarias de la región.
Las torrijas ya no son solo un dulce de temporada. Son una oportunidad para los restaurantes y pastelerías que buscan sorprender sin perder la raíz. Son tradición con ganas de trending topic. Y, si se hace bien, pueden ser la próxima gran embajadora de la marca España… con una buena capa de azúcar por encima.