¿Hace falta un movimiento Me Too en restauración?

Julia Menéndez Quílez | Madrid
¿Qué responsabilidad tiene la mujer en la industria hostelera?, ¿existe desigualdad dentro de la sala?, ¿y acoso?, ¿la necesidad fisiológica de los hijos dificulta la carrera de las profesionales?, ¿existe un movimiento Me Too dentro de la hostelería? El pasado 17 de febrero se celebró la 2º edición de MEZCLA, un evento organizado por Hostelería Madrid. «La sociedad cambiante» fue el lema de la jornada. Los invitados, expertos y expertas en el sector, podían dar su visión en primera persona y debatir sobre problemas y oportunidades que hay en sus negocios.
Según el Informe Especial Global Entrepreneurship Monitor (GEM), la tasa de emprendimiento femenino en España es de 4,5% frente a un promedio mundial de 8%. En la Comunidad de Madrid a finales de 2018, 22,4% de las empresas de hostelería estaban lideradas por mujeres, según un estudio de Hostelería Madrid; lo que equivale a 6.965 locales de un total de 31.095. Sin embargo, la cifra sigue siendo lejana a la paridad.
El miedo de muchas mujeres a dejar sus negocios de lado, los problemas de conciliación familiar y la dificultad en el acceso a créditos son algunos de los factores que afectan a la hora de acceder a cargos directivos o montar su propio negocio.
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A la pregunta sobre si son o no más organizadas las mujeres que los hombres, Clara Pérez Villalón asume que el género femenino responde a ello y confirma la regla. «La mujer aporta una visión diferente a la del hombre, el secreto es buscar el punto en común». María Libao, empresaria de restaurantes asiáticos en España y promotora del Grupo China Crown, dice que, en la parte femenina, somos más finas en cuanto a ubicación y decoración del ambiente. «Siempre somos más exigentes en ese aspecto», cuenta.
Conchi Álvarez, propietaria de Ronda 14 y Cilindro, cree que el papel de la mujer es necesario en la hostelería. «Es muy difícil de compaginar. En los puestos de responsabilidad hay cada vez más mujeres. El factor humano que aportamos nosotras es un punto esencial«, cuenta.
Hay que decidir: ¿Ser madre o ser profesional?
Sin embargo, tanto Nagore Arregui, bartender, como Conchi Álvarez, empresaria, tenían clara la respuesta que afecta al titular que aborda este artículo. Hay desigualdad dentro del sector, falta mucho camino por recorrer. Nagore Arregui habla de un sexto sentido propio de las féminas. «Más que eso, se debe a una necesidad de supervivencia«, cuenta, ya que al dar a luz estaba puesto en marcha un negocio propio. «Mi pareja sólo se centraba en el negocio mientras que yo tenía que darle las necesidades fisiológicas del bebé», asegura, aunque reiteró que todas pueden hacer varias cosas a la vez.
Pero, a día de hoy, las estadísticas apuntan que la mujer sigue siendo la persona que declina sus deberes profesionales para cuidar de sus hijos o del espacio doméstico. La pregunta se lanza: ¿Les echa (a las mujeres) para atrás estos asuntos a la hora de montar un negocio? Mientras que todas opinaban que no había diferenciación, Conchi Álvarez manifiesta: «Ojalá podamos emprender y luchar por el negocio, debe haber un apoyo familiar«.
Nagore Arregui cuenta que ha llegado el momento de tomar decisiones. Te toca decidir si ser madre o ser profesional. «Por eso creo que este mundo es masculino ya que las mujeres no tienen tanta ayudas», dice y continúa, «el rol histórico ha sido siempre ese, ahora ha llegado el momento de decidirlo». María Libao, sin embargo, ha tenido hijos y ha tenido que ponerse de acuerdo con su marido para dedicarse ella al negocio.
Algunas de ellas estaban de acuerdo con la premisa sobre la existencia masculina sobre la femenina dentro de la restauración por el simple hecho de que «ellas paren y llevan cosas más arraigadas». «En un restaurante el horario es incompatible para la mujer porque es turno partido«, dice Marta Cárdenas, hija de Isabel Maestre.
¿Las mujeres mandan en el sector? ¿Hay facilidad de acceso a puestos de mandato?
Isabel Maestre, fundadora del obrador de catering Isabel Maestre y directora del Café Bistrot, cree que el negocio del catering está más en mano de mujeres desde siempre. Lleva 43 años con esto y asegura que es más fácil: «Tiene mejores horarios». Por ello, tal y como se dijo en Mezcla, el rol de la mujer en el sector de la restauración es un tema paradójico. Por un lado, la hostelería es una de las áreas económicas con mayor paridad por sexo en la contratación; por el otro, el ascenso a puestos gerenciales suele ser bastante escaso y muy pocos emprendimientos hosteleros están en manos femeninas.
Si hablamos de mandos en restauración, muchas están de acuerdo en que las mujeres han tenido esencialmente funciones como camareras. Actualmente ha habido una evolución y hay más en puestos de mandato. «Tanto el hombre como la mujer debe tener sus méritos propios, como líder hay que hacerse respetar. Nosotras tenemos que hacerlo con más esfuerzo», comenta Nagore Arregui.
«No por ser mujeres tenemos que llegar a un punto, tenemos que llegar a un punto por méritos propios», lo dice Clara Pérez Villalón.
¿Es el hombre la cara visible del éxito en la cocina?
Tal y como decía Begoña Tormo, moderadora de la mesa redonda, nos encontramos en la era del me too. Como en muchos lugares, en España, la mujer empleada tiene que sufrir en ocasiones cierta incomodidad por parte de clientes y compañeros. Ante esta arriesgada introducción la empresaria Libao arremete con que «la belleza es un símbolo de cuidado por parte de los compañeros». ¿A día de hoy seguimos creyendo que la belleza es una cualidad emblemática y sistemática equivalente a la necesidad de cuidado por parte de los hombres? ¿Qué es la mujer sin belleza, entonces?
Dentro del sector de la coctelería y las bebidas espirituosas -el mundo de la noche-, mujeres como Nagore Arregui aseguran que hay más acoso. «En el mundo de la coctelería, que es a lo que yo me dedico, la gente se envalentona más y nos ve más débiles; nos apelan con adjetivos como ‘guapa'», cuenta.
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Tradicionalmente el espacio de la cocina y la comida familiar estaba ocupado por mujeres pero, por suerte, hemos avanzado hacia la paridad en estos aspectos y ambos sexos son conscientes de que ya no es un trabajo que esté confinado al mundo doméstico. Sin embargo, a día de hoy el hombre es la cara visible del mérito; lo afirman algunas de las mujeres presentes en la ponencia.
«Es un mundo liderado por hombres porque hay más hombres trabajando de cara al público. Pero poco a poco se ha ido rompiendo ese techo de cristal y cada día son más las mujeres que hacen trabajos más visibles», asegura Nagore Arregui, barmaid y directora gerente del Grupo Sin Sombrero. Arregui apela a la necesidad de que la mujer ha de hacerse más visible en todas las profesiones. «En este sector tenemos de trabajar en quitarnos el miedo, ser más fuertes y hacernos nuestro sitio para mejorar porcentajes. Los hombres lo tienen más fácil«, manifiesta.