La cocina entra en la sala sin tapujos: Restaurante Sukaldean

Redacción | San Sebastián
Una de las tendencias que vienen anunciándose desde hace años son las cocinas abiertas. Desde Begoña Rodrigo, que nos contaba en una entrevista que, como cocinera, estaba deseando salir de las cocinas oscuras y metidas en un sótano; hasta las barras de sushi en restaurantes de cocina asiática como el concepto que desarrolla Luis Arévalo en su restaurante Gaman. Durante los últimos años, la alta gastronomía, y también la hostelería más popular ha tendido a sacar las cocinas a las salas para que el cliente, cada día más interesado en los fogones, pueda disfrutar del trabajo de los profesionales.
Durante una reciente visita al Hotel Zenit Convento San Martin de San Sebastián de la mano de Onnera Group by Fagor, pudimos ver el concepto gastronómico que ha desarrollado el hotel desde su apertura a principios de 2020 en su restaurante Sukaldean, liderado por Aitor Santamaría, tercera generación de hosteleros.
El espacio del restaurante -no hablamos ya del hotel, que está ubicado en un antiguo convento y es espectacular-, cuenta con diferentes ambientes para los comensales: espacios más informales para estar en banquetas altas y barra, mesas informales, mesas de mantel de tela e incluso reservados.
La sala está flanqueada por diferentes islas donde se cocinan y terminan los productos que se le sirven al cliente: quesos, sushi, parrilla vasca, pintxos y cocina en miniatura, etc.
Ramón Gómez Ugalde, Corporate Director de Onnera Group explica en este vídeo del I Congreso de F&B Hotelero.
Una función para cada momento de consumo
El restaurante es el espacio donde se hace el buffet del hotel por las mañanas, el lugar donde se organizan los brunch, comidas, meriendas y cenas. La versatilidad en los relativamente pocos metros con los que cuenta, es absoluta. Además de una funcionalidad total, el espacio resulta agradable. Sólo le faltaría tener acceso directo a la calle, pero tratándose de un antiguo convento de 1887, eso ya es imposible.