Tres ideas para bares que quieren diferenciarse

Redacción | Madrid
La modernidad ha llegado. En un mercado en el que cada día hay más oferta de bares, hay que buscar ideas originales para atraer y fidelizar a los clientes. ¿Cómo podemos competir con la impersonalidad cuqui de los garitos de Malasaña en Madrid, Sant Antoni de Barcelona o Ruzaffa en Valencia? Lo fácil es tratar de copiar su fórmula de éxito, si es que la tienen, pero eso necesariamente no nos va a traer el éxito. De hecho, está generando algunas animadversiones.
La casualidad. Justo cuando estoy escribiendo este artículo me encuentro con la crítica ácida del periodista Sergio C. Fanjul sobre la burda imitación en la que están incurriendo muchos locales de estas ciudades. Aquí va el dedo en el ojo: “En Brooklyn está el barrio de Williamsburg, deslumbrante faro del moderneo hipster global: qué tristeza comprobar que los restaurantes, los bares, las tiendas de segunda mano, las panaderías clónicas que invaden Malasaña, Chueca, La Latina, buena parte del centro de Barcelona, etcétera, y nos venden como vanguardia, son una copia insulsa e hipertrofiada, calcada punto por punto, pero peor, de lo williamsburgués.”
A parte de la inquina que el autor le pueda tener a ese tipo de locales, lo que leemos podría traducirse como una llamada de atención a ese modelo, quizás sobreexplotado. A lo mejor ha llegado el momento de tomar algún camino alternativo para diferenciarse (¿acaso hay otro camino que no sea alternativo?). Nos quedamos con lo que realmente nos parece interesante de lo que vemos y le damos una vuelta a otros elementos como han hecho algunos bares y restaurantes. Aquí traemos algunas tendencias que no han pasado nunca de moda y un intento por adaptarlas a las necesidades del nuevo consumidor.
Vuelve a los orígenes con tu bar.
Que no, que no estamos diciendo que conviertas tu local en una exposición de objetos vintage. De esos hay muchos y no aportan ya ningún atractivo a los bares. Aplicar esta máxima de vuelta a los orígenes a todo el concepto de tu negocio te puede dar algunas alegrías, pero nos vamos a centrar en lo gastronómico.
El de la especialidad en hamburguesas es un mercado que parece no estar saturado. Pero conviene tener un plan alternativo porque, como explica Tim Lowther, director general de Lowther Development Services, una consultora que está asesorando a grandes cadenas de comida rápida y hamburguesas en todo el mundo, “hay mucha competencia por la cantidad de players que hay en el mercado”.
Así que podemos buscar una alternativa factible y de éxito contrastado. Puedes ofrecer en tu bar productos tradicionales mejorando, en la medida de lo posible, la elaboración y adaptándola al perfil de tu clientela o de la que quieres que sea tu clientela. En Madrid, por ejemplo, no son tan habituales las tascas que incluyen en su carta algunos de los platos típicos madrileños: cocido, callos, oreja, etc. A lo mejor, vivir una experiencia madrileña puede ser de lo más agradable.
¿Conoces Celso y Manolo? Aunque actualmente no ofrece ninguno de estos tres platos típicos, ha mantenido la esencia de una gastronomía con respeto por el producto y su imagen de típica tasca castiza.
Las auténticas tascas madrileñas, de las que hoy se han perdido en algunos barrios de la capital, todavía podemos encontrarnos muy buenos ejemplos como La Dolores, el Cervantes o Los Gatos en la plaza de Jesús y Calle de Jesús, en el barrio de Las Letras.
Mira a tu alrededor. Los bares son un espejo del barrio.
Un bar no debería dejar de ser una extensión del carácter de su vecindario. ¿Quiénes han ido tradicionalmente a los bares?, ¿quiénes son tus vecinos? Músicos, pintores, escultores, políticos, arquitectos, obreros, periodistas… Todo es plausible, mientras cumpla con la legislación. En este punto conviene recordar que la apología del franquismo aún no está prohibida, pero que todo llegará, como sabemos, con 40 años de retraso (o más).
Para no irnos por las ramas, haz que tu bar tenga carácter propio, y que haga sentir a los clientes en un lugar con identidad y con valores.
Aplicar esta máxima también a todo el modelo de negocio también puede ser muy divertido y atractivo. Si profundizamos, por ejemplo, en el diseño de tu local y la decoración…
Los amigos de Gastroagencia publicaron hace ya algún tiempo un contenido muy jugoso con cafeterías de la ciudad de Valencia en las que tomarse un café y leer un libro.
En la calle Literato Azorín puede encontrarse el Ubik Café, un bar muy literario que rinde homenaje, entre otros, en su carta a Truman Capote con una hamburguesa que se llama ‘A sangre fría’. Ubik Café cuenta en su programación con conciertos, talleres literarios, clubs de lectura, talleres infantiles… carácter, originalidad y mucha creatividad para desarrollar un espacio hostelero diferente.
Tírale la caña al nuevo consumidor.
¿Qué puedes tú ofrecerle a una generación (la de los Z, nacidos aproximadamente entre 1995 y 2005) para la que este tipo de canciones son un referente cultural? Ni idea. Están zumbaos. Aunque supongo que otros pensaron lo mismo de nosotros hace años. En lo que parecen coincidir todos los estudios es que a esta generación le flipan las redes sociales. Van por la vida pegados a los móviles. Como muchos de ellos se convertirán (si no lo son ya) en habituales de los bares, piensa en cómo agradarles.
Dales lo que quieren: “¡Ey, tío, aquí no puedo hacer una foto porque no se ve bien”. Menudo lío. Llevas años y años estudiando cuál era la mejor iluminación para tu bar y ahora resulta que lo importante es que la luz que haya mole para las fotos que después van a subir a Instagram. Procura que la tapa, el plato o la jarra de cerveza se vea bien, si son mesas, que la mesa está bien iluminada y lo mismo si estás sirviendo en barra. Es un pequeño cambio que no exige hacer una renovación completa pero que gustará.
Otro consejo, aprovechando que hablamos de redes sociales y móviles: pon tus perfiles en redes sociales por todos lados, la contraseña del wifi, que sea amigable y que también esté en la carta, en los manteles si los hubiera, en los servilleteros, en la barra…
El restaurante Mawey, un mexicano en la calle de Olid, 6 de Madrid, ha hecho justo esto: tienen en los cubremanteles los hashtag que quieren promocionar, sus perfiles en redes sociales e incluso su perfil en Spotify, por si te gusta la música que ponen.
No se trata de cambiar la esencia de un bar sólo por darle el gusto a los jóvenes, pero si tienes en cuenta alguno de estos tips, puede que te recuerden para la próxima salida.