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Cuando el cielo de Madrid se convierte en negocio

por | Jul 1, 2025

El calor es, lamentablemente, un gran despertador. Y en Madrid, hay algo que despierta con ganas cada verano: las azoteas.

Como si hibernaran durante el invierno, cuando llega el buen tiempo suben el volumen, destapan las barras y convierten el skyline en pasarela de tendencias. Pero no todas juegan igual. Algunas simplemente suben la persiana. Otras, en cambio, entienden que lo suyo no es solo una terraza en altura, sino un lugar donde todo (la carta, la playlist, el cóctel, el personal, la iluminación) se orquesta para que suceda algo que deje huella. Y ahí está la diferencia entre tener vistas y tener visión.

De moda a modelo de negocio

Las azoteas madrileñas han dejado de ser un capricho estacional para convertirse en un pilar estratégico dentro de la hostelería urbana. La gente ya no quiere solo comer, quiere vivir una experiencia que le obligue a sacar el móvil, alzar la copa y decir “mírame dónde estoy”. Y eso, claro, se convierte en oportunidad.

José Manuel García, CEO de Azotea Grupo —responsables de espacios emblemáticos como la Azotea del Círculo de Bellas Artes o el Club Financiero Génova— lo resume así: “Madrid necesitaba estos espacios, y hoy ya forman parte del ADN de la ciudad. El rooftop bien gestionado no es solo una moda, es un modelo de negocio rentable, bien posicionado y con mucha proyección”.

Porque esto va más allá de tener un par de tumbonas y una buena carta de gin tonics. La varita mágica está en el diseño de experiencias. Y sí, también en cómo conectar con ese usuario que quiere sentirse parte de algo único.

El reto de destacar

Según los últimos datos que arroja el Censo de Locales y Actividades del Ayuntamiento de Madrid , hay más de 139.000 locales abiertos en la ciudad. Entonces, ¿cómo hacer para que alguien elija el tuyo, suba hasta la última planta y se quede más de una copa?

Teniendo en cuenta que el gasto promedio en estas experiencias suele rondar entre los 30 y 45 euros por persona, la respuesta no está en las alturas, sino en la estrategia

Las azoteas se han convertido en un terreno de competencia feroz donde el branding, la programación cultural, el diseño sensorial y la carta deben hablar el mismo idioma; no basta con tener vistas; hay que saber contarlas.

Algunos locales llevan esta carrera un paso más allá y ofrecen hasta citas temáticas que convierten la experiencia en un viaje en el tiempo o en un evento único.

Por ejemplo, el NYX Hotel Madrid inauguró la temporada de verano 2025 con una espectacular ‘Hollywood Party’, un homenaje glamuroso a los años 20, con carteles de películas clásicas, estrellas de la fama, alfombra roja y estatuillas de los Óscar transformaron la azotea en un auténtico escenario de cine. 

Otros apuestan cada vez más por la sostenibilidad como parte de su propuesta diferencial; incorporan productos ecológicos y de proximidad en sus cartas, emplean iluminación LED para reducir el consumo energético y gestionan de manera responsable el desperdicio. 

Estas prácticas no solo responden a una demanda creciente de clientes conscientes, sino que también aportan un valor añadido que posiciona a estos espacios como referentes de innovación y compromiso ambiental en la hostelería urbana.

Y sobre esta contienda, García explica: “Cuando creamos un rooftop, no pensamos solo en qué se va a ver, sino en cómo se va a sentir. Tiene que haber alma. Un hilo narrativo que una el espacio, la gastronomía, la música y el servicio”.

Lo que más valora el cliente (feliz) 

El ranking de TripAdvisor 2024, la “biblia” de los turistas (y por qué no, locales) compiló los cinco rooftops mejor valorados en Madrid. El criterio es homogéneo: los comentarios se basan en características como  un ambiente culturalvistas impactantes, coctelería sofisticadamúsica en vivo y un diseño moderno que crea una experiencia única.

En ese sentido, ocupan el top 5 la Azotea del Círculo de Bellas Artes:, el 360° Rooftop Bar – Hotel Riu Plaza España, el Ginkgo Sky Bar – Hotel VP Plaza España Design, el Sky Lounge – Hotel Indigo y 11 Nudos Terraza Nordés – Mercado de San Antón.

“Invertir en un rooftop bien diseñado es apostar por un producto que se diferencia y que puede marcar tendencia durante todo el año”. José Manuel García.

Más que un atardecer bonito

No se trata de subir más alto, sino de subir mejor. De construir lugares que invitan a quedarse, que sorprendan con detalles, que piensen en cómo será la foto (sí, también eso) y en cómo se irá el cliente, más contento, más conectado, más dispuesto a volver.

En una ciudad con miles de opciones —repito: ¡más de 139.000 locales abiertos compitiendo!– los rooftops bien gestionados se convierten en puntos de fuga emocional. En refugios con banda sonora propia, donde cada atardecer tiene guión. Y donde el negocio, cuando se hace bien, sube como la espuma.

Flor Medeot
Flor Medeot

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