Barra de ideas
Barra de ideas

Verifactu en el aire: de la confirmación al desconcierto en menos de 24 horas

por | Dic 4, 2025

El anuncio del retraso de Verifactu a 2027 dio un respiro a muchos negocios Horeca… hasta hoy. Según publica ABC, la moratoria no está garantizada y el calendario podría volver a 2026. Resultado: incertidumbre, decisiones en pausa y una sensación general de “stand by” en todo el sector.

Ayer las portadas daban un mensaje claro: Verifactu se retrasa a 2027. Una fecha concreta. Un año más de margen.

Esa comunicación generó reacciones muy distintas en el sector:

  • Unos respiraron, porque iban tarde, no encontraban proveedor o estaban en medio del caos del cierre anual.
  • Otros se frustraron, porque ya habían hecho la inversión, habían dado formación al equipo o habían reorganizado procesos.
  • Otros estaban implantando, sin grandes dramas, pero con el foco puesto en llegar a tiempo y hacer las cosas con orden.

Es decir: cada empresa vivió la noticia desde un punto distinto. Hasta ahí, normal.

Lo que nadie esperaba era lo de hoy. Según publica ABC, el retraso no está garantizado. La moratoria depende de un trámite pendiente y podría no salir adelante.

Traducción práctica para el empresario: la entrada en vigor podría volver a ser 2026. Y esa simple posibilidad descoloca, de nuevo, a todo el sector. No porque Verifactu guste o disguste. No porque haya una postura unificada. Sino porque la fecha —el marco de trabajo— vuelve a estar en el aire.

Un sector con sensibilidades distintas, pero un problema común: la incertidumbre

Aunque cada restaurador vivió la noticia de ayer de una forma distinta, hoy todos coinciden en la misma duda práctica.

1. Los que respiraron

Porque no llegaron o no quisieron llegar.
Para estos, el aplazamiento significaba tiempo extra.

2. Los que ya habían invertido

Aquí no había alegría ayer, sino frustración: “He hecho el esfuerzo, he cumplido, y ahora resulta que quizá no hacía falta llegar a tiempo.”

Hoy esa frustración se transforma en incertidumbre:
“¿He invertido demasiado pronto o simplemente he hecho lo correcto?”

3. Los que estaban implantando con normalidad

Quizá los más tranquilos ayer.
Pero hoy también se preguntan:

  • “¿Mantengo el ritmo?”
  • “¿Lo pospongo para enero?”
  • “¿Lo dejo todo listo por si acaso?”

Nadie sabe qué decisión es la buena porque no hay una fecha firme.

El problema invisible: la falta de una línea continua

Un negocio puede adaptarse a casi cualquier cambio si lo conoce con antelación.

El problema no es:

  • la integración técnica,
  • el software,
  • la formación,
  • ni el proceso.

El problema es no saber cuándo.

Porque cuando no sabes cuándo, todo lo demás se vuelve:

  • difícil de planificar,
  • difícil de presupuestar,
  • difícil de priorizar,
  • difícil de comunicar al equipo,
  • difícil de coordinar con asesorías y proveedores.

Y en un mes como diciembre —cierre del año, cambios de tarifas, nuevos contratos, alta estacionalidad— esta incertidumbre pesa tres veces más.

¿Puede entrar en 2026? Sí. Y eso es justo lo que desordena

Según ABC, la moratoria no es oficial. No está aprobada. No es firme. Por tanto, el escenario de 2026 sigue encima de la mesa. No porque alguien quiera apretar ni porque el sector esté a favor o en contra, sino porque el trámite no está hecho.

Y esta posibilidad, aunque sea mínima, obliga a los negocios a vivir en dos realidades al mismo tiempo:

Escenario A: 2027

Planificación pausada, revisión del sistema, implantación ordenada.

Escenario B: 2026

Implantación urgente, ajuste rápido, formación acelerada.

Vivir en dos escenarios a la vez es lo que descoloca.

Lo que realmente está pasando: parálisis operativa

Hoy muchos negocios están así:

  • Con el proveedor a la espera.
  • Con la inversión frenada pero no cancelada.
  • Con el equipo a medias en la formación.
  • Con dudas sobre presupuestos de 2025.
  • Con tareas técnicas en modo “stand-by”.

No por falta de ganas, sino por falta de un marco estable.

El coste real no es el software. El coste real es la parálisis.

¿Qué hacer ahora? (Sin alarmas, sin precipitarse)

Hasta que haya confirmación oficial, lo más sensato es:

1. Tener la base preparada

Saber si tu software será compatible y qué necesitarás ajustar. Sin compras impulsivas.

2. Mantener capacidad de reacción

Estar a 1–2 semanas de poder activar el proceso si fuera necesario.

3. No desmantelar lo avanzado

Si ya estabas implantando, no retrocedas. Pausa, pero no deshagas.

4. Evitar decisiones extremas

Ni correr sin fecha ni parar del todo.

5. Seguir la información con calma

Ni confiarse ni entrar en pánico.

Conclusión: no es Verifactu lo que está en el aire. Es el calendario

Eso es lo que realmente incomoda hoy. Ayer se comunicó una cosa. Hoy esa cosa ya no es segura. Y cuando la fecha se mueve, todo lo demás se tambalea.

Porque esta incertidumbre no afecta a todos por igual, pero sí desnivela a todos:

  • Los que hicieron los deberes sienten que quizá han sido demasiado diligentes. Que han invertido antes de tiempo. Que han llegado puntuales a una cita que tal vez no era ese día.
  • Los que lo dejaron para el final vivieron ayer un alivio inmediato: “perfecto, llego”. Pero ese alivio se ha transformado hoy en duda: “¿y si al final sí entra en 2026?”
  • Los que estaban en medio del proceso no saben si deben mantener el ritmo, frenarlo o acelerarlo.
  • Los proveedores tampoco saben qué prometer ni qué plazos marcar.

El resultado es el mismo para todos: descolocación general.

Y, como suele pasar en estas situaciones, el desorden de fechas termina beneficiando a los únicos que no deberían salir favorecidos: los que ya estaban dispuestos a jugársela, a operar sin adaptarse, a buscar alternativas fuera de la norma o a avanzar “a ver qué pasa”.

No porque tengan más información. No porque estén mejor preparados.
Sino porque la incertidumbre siempre juega a favor del que no tenía intención de cumplir a tiempo.

Esa es la verdadera crispación del día: un escenario donde los responsables dudan, los que hicieron esfuerzos se sienten expuestos y los que operaban al límite ven cómo el caos les da margen.

La hostelería no está discutiendo Verifactu. Está discutiendo un marco que cambia cada 24 horas. Y mientras no haya una fecha firme, la sensación no será rechazo ni aceptación: será inseguridad, desorden y la sensación extraña de que los que actúan bien no siempre salen beneficiados.

Jon Fernandez
Jon Fernandez

Te puede interesar

La próxima, en Bernabéu Market

La próxima, en Bernabéu Market

He descubierto en Bernabéu Market algo que creía perdido en Madrid: el placer de improvisar. En pleno barrio de Chamartín, este nuevo espacio gastronómico devuelve a los madrileños la esencia más cañí.