Siete errores que cometes cuando formas a tu equipo

2015
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Hola a tod@s,

hoy quiero empezar formulándoos un par de preguntas. Tenéis que responderlas de inmediato.¿Preparados? (No, ésta no es la pregunta) Allá van: ¿Cuándo fue la última vez que programasteis una Jornada de Formación para vuestro personal? ¿Cuándo fue la última vez que participasteis en una?

¿Lo tenéis ya? Si no habéis respondido ya, es que hace demasiado. Hoy os voy a hablar de Formación en restaurantes, de esos errores de formación de personal que cometemos habitualmente pensando que no pasa nada pero que se traducen en pérdidas mucho más rápido de lo que pensamos.

Si eres de los que todavía consideran que formar al personal es una pérdida de tiempo y dinero por si se marcha, te conviene (y mucho) seguir leyendo.

1. No hacer formación: éste es el error más grave, el más común y el que más pérdidas acarrea en tu restaurante. Si consideras que formar a tu personal es tirar el dinero porque puede que tus trabajadores se marchen, piensa cuánto dinero estás dispuesto a perder o a dejar de ganar si se quedan… sin formación o sin la formación correcta.

2. Hacer formación “de uvas a peras”: los procesos de formación deben ser constantes y periódicos en el tiempo. No sirve de nada que hagas uno al año o cada dos años. Debes programar varios al año, centrarte en los aspectos que quieras tratar o en aquellos en los que tu personal muestre deficiencias y llevarlos a cabo. Tampoco es mala idea incentivar a tu personal a que acuda a las jornadas de formación.

3. Pretender entrenar todo en un día: seamos realistas. Nadie puede hacer frente a una jornada de formación empresarial en la que queramos que se aprendan un manual entero de cuatrocientas páginas y veinte procedimientos. La formación y el entrenamiento se basan en la constancia, en la repetición y en las pequeñas dosis. Cuando aprendamos una cosa, pasamos a la siguiente. De una en una siempre. Más vale aprender perfectamente un procedimiento que aprender mal viente, porque esos veinte mal aprendidos hablarán muy mal de tu restaurante.

4. Cambiar de procedimiento sin que esté bien implementado: ésta es consecuencia de la anterior. ¿De qué sirve una jornada de formación en la que vamos pasando de un punto o procedimiento a otro como si se tratara de un maratón (como los maratones de ciencias o debate de los institutos) y en la que nuestros empleados están viendo conceptos con pinzas y no se están enterando de nada (probablemente)? Organicemos jornadas más cortas, con un único objetivo por jornada. Crearemos en nuestro empleados hábito de formación y estudio constantes, aprenderán bien una cosa cada vez, podrán aplicarla en el restaurante y los resultados sí serán buenos.

5. No formar al personal eventual: éste es un error también muy común. Hay empresas (restaurantes entre ellas, claro) que ya se están empezando a preocupar por la formación de sus empleados, pero ojo: sólo de los fijos. El personal de fin de semana, los eventuales para días concretos, los que vienen a cubrir vacaciones… no suelen entrar dentro de las jornadas de formación. Es cierto que si siempre llamas a eventuales diferentes es un poco más complicado, pero nada que una buena planificación con antelación no pueda solucionar. Forma a tu personal eventual. Evitarás desequilibrios, el Restaurante funcionará mejor y estarás creando cantera por si necesitas contratar nuevos fijos en plantilla. Trabaja para el futuro.

6. No incluirnos en la la formación: la formación no es sólo cosa de nuestros empleados.Nosotros también formamos parte del equipo, al nivel que sea. Por eso, debemos formarnos igual que ellos. Esto no quiere decir que nuestra formación tenga que ser la misma que la suya (aunque es muy útil conocer qué hacen ellos para saber si lo están haciendo bien o no), pero sí que debemos formarnos en nuestros campos para dar el máximo de nosotros mismos siempre.

7. Saltarnos nuestros propios procedimientos: pocos comportamientos hay que dañen más  el funcionamiento de un negocio (y sí, tu restaurante lo es) que el que un gerente, un jefe de cocina, la persona o personas que tienen la responsabilidad de que el Negocio funcione, se salten sus propios procedimientos u obligaciones de formación. Si tú no estás comprometido con tu negocio… ¿Cómo pretendes que tu equipo lo esté? Si tú no te formas… ¿Cómo pretendes que a tu equipo le importe su formación? Eres su ejemplo, así que, da ejemplo. Buen ejemplo, por favor. Un equipo bien formado es un equipo capacitado para hacer frente a cualquier situación anómala dentro del restaurante, porque habrá aprendido a hacerlo. Invertir en formación de tu equipo es invertir en beneficios de futuro (y de presente). Un equipo sin formación es un equipo sin futuro. Tenlo presente cada vez que quieras ponerte excusas para no formar a tus trabajadores.

Ponte en marcha para mejorar tu restaurante desde hoy mismo, no busques más razones (excusas) para dejarlo para más adelante.

Ramón Dios

Gastrocoaching

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