Seis errores de gestión en tu restaurante que te cuestan (mucho) dinero

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Hola a tod@s,

hoy vengo con un tema que a muy pocos de nosotros nos gusta tocar, al menos hasta que nos acostumbramos. Es la gestión. Seguro que muchos de vosotros habéis torcido el gesto al ver el título del post. Gestionar un negocio, y un restaurante lo es, requiere dedicación, esfuerzo y paciencia. Pero el de la restauración es un negocio que tradicionalmente se ha basado en la pasión, en las sensaciones, en la creatividad… en cosas mucho más divertidas que hacer números. Por eso… ¿quién va a querer hacerlos? ¿Verdad?

Pues te aconsejo que tú. Y que cuanto antes empieces a controlar los números y la gestión de tu restaurante, mejor. No hacerlo supone cometer errores que te hacen perder dinero. Los más importantes que te están causando pérdidas por no gestionar tu negocio rigurosamente, son estos:

1. Dejar los números a terceras personas: no se trata de que tengas que ser contable ni llevar tú solo todas las áreas de gestión de tu negocio, porque entonces no tendrías tiempo para nada más. Pero al menos tienes que conocer cómo se hacen las cosas y por qué se hacen.

Está bien que delegues en una gestoría o en un equipo de cuentas los números de tu restaurante (en el caso de que tus volúmenes de negocio sean tan altos que no puedas revisarlos tú mismo), pero tú también debes saber cómo se gestiona el negocio, o no podrás juzgar si se está haciendo bien o no.

2. Dejar los números para el último momento: uno de los grandes errores de los negocios de restauración (y de los negocios en general) es revisar las cuentas de resultados, beneficios y pérdidas únicamente al cierre del año. Es decir: sólo una vez. Hazte esta pregunta: si revisas tus cuentas del año pasado cuando el año ya ha terminado… ¿qué puedes modificar?.

3. No medir (o medir poco): en restauración, la clave para una buena gestión es medir. Si no estás midiendo las variables de tu negocio (compras, ventas, ingresos, gastos, beneficios, pérdidas, mermas…), NO lo estás gestionando bien. Lo estás haciendo mal. Es así de simple. Si no mides los números de tu negocio o los mides una vez al año, estás perdiendo toda tu capacidad para atajar problemas que puedan acarrear pérdidas y estás dejando que las pérdidas o los malos resultados campen a sus anchas en tu negocio.

Recuerda: Medir es ganar. Siempre.

4. No presupuestar el beneficio: un elemento importante de los números de tu restaurante es el beneficio que obtienes. Cuando obtenemos beneficios en restauración, habitualmente se nos va la cabeza: siempre hay una máquina nueva que queremos tener en cocina, algún elemento de decoración que queremos cambiar, productos nuevos que queremos introducir, y el momento en que llega el beneficio suele ser el escogido para hacer inversiones que, si ese beneficio desaparece, probablemente no podamos afrontar. ¿Cómo evitamos esto? Presupuestando el beneficio.

5. Dar cosas por hecho: este error bebe mucho del anterior, pero no se refiere solo a los números. También al desempeño del personal, a la calidad del producto, a las relaciones con los proveedores, incluso a las relaciones con los clientes o con la competencia. NUNCA des cosas por hecho en tu negocio. Compruébalas. Es la única manera de saber que se están haciendo las cosas como tú quieres que se hagan. No des nada por hecho. Ni para bien, ni para mal.

6. No mantener una buena comunicación: Gestionar bien un negocio tiene mucho que ver con los números, pero no solo son los números. Conocer el desempeño del personal, comunicarles lo que quieres que hagan, lo que hacen mal y también lo que hacen bien, nunca lo olvides, es fundamental), hablar con los clientes y escucharlos, negociar con los proveedores y escucharlos también… son claves para que tu negocio funcione como tú quieres que funcione. Si tienes una idea, comunícala. Nadie es adivino en tu negocio.

Si reconoces alguna de estas carencias o errores de gestión en tu restaurante, es el momento de ponerte manos a la obra para volver a recuperar el control y los resultados.

Recuerda que gestionar tu negocio y gestionarlo bien es tu responsabilidad. Puedes delegar las funciones, pero no las responsabilidades. Asúmelas y empieza a trabajar.

Ponte en marcha para mejorar tu restaurante desde hoy mismo, no busques más razones (excusas) para dejarlo para más adelante.

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