La gestión eficiente del desperdicio alimentario representa un desafío crucial para la rentabilidad de los restaurantes españoles.
Según expertos de Phenix, integrar y profesionalizar los procesos de gestión del excedente permite reducir el desperdicio, optimizar los recursos y mejorar la eficiencia operativa. La combinación de tecnología avanzada y supervisión humana facilita la detección y el control de productos. Una visión estratégica del ciclo de vida de los alimentos ayuda, también, a maximizar su valor económico y social.
Por otra parte, la valorización de los excedentes a través de donaciones genera un impacto positivo en la comunidad y ofrece beneficios fiscales significativos. Además, a partir del 1 de enero de 2025 el cumplimiento de la ley para productores y distribuidores. Ese día entrará en vigor el proyecto de ley de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario que establece la obligación del productor o distribuidor de donar alimentos que estén en condiciones de consumo.
Estas son las 6 claves que destacan para lograr la máxima rentabilidad
1. Integración y profesionalización de procesos:
La gestión del excedente no debe ser vista como una serie de acciones aisladas, sino como un proceso continuo y estructurado. Según Phenix, integrar tareas previamente desconectadas y profesionalizar el flujo de trabajo permite crear un proceso medible y mejorable. Esta sistematización es esencial para identificar y corregir ineficiencias de manera proactiva.
2. Solución transversal y colaboración del equipo:
La gestión efectiva del excedente alimentario requiere la implicación de toda la organización, desde la dirección hasta los operarios. Una estrategia exitosa incluye formación constante, una organización eficaz de los equipos y procesos estructurados. La colaboración y la capacitación son fundamentales para que todos trabajen hacia el mismo objetivo.
3. Equilibrio entre tecnología y capital humano:
Una combinación óptima de herramientas digitales y supervisión experta permite detectar, controlar y dar salida a los productos con mayor rapidez, ahorrando tiempo a los empleados. La digitalización de procesos administrativos y logísticos, junto con el análisis de datos por parte del personal, agiliza las operaciones y maximiza el aprovechamiento de los productos. Eso sí, manteniendo siempre la supervisión humana como valor añadido.
4. Visión global y estratégica del ciclo de vida del producto:
Mantener un control exhaustivo sobre el estado y las fechas de caducidad de los productos permite tomar decisiones informadas para optimizar su ciclo de vida. Identificar con anticipación los productos con fechas de vencimiento próximas permite determinar su mejor destino, como la venta a precio reducido, la donación o la eliminación.
5. Valorización de los excedentes:
La gestión eficiente de los excedentes también maximiza el impacto positivo en la comunidad. Las donaciones, junto con otras soluciones, forman parte de las estrategias para optimizar la utilización de los excedentes. Una logística de donación eficiente aumenta la cantidad de excedentes aprovechados, genera un retorno económico y social significativo. Además, ofrece beneficios fiscales a las empresas.
6. Procesos medibles y mejora continua:
La clave de una gestión exitosa del excedente alimentario radica en la capacidad de medir los resultados y aplicar mejoras constantemente. Analizar indicadores clave y realizar ajustes proactivos contribuye a avanzar en los compromisos de sostenibilidad y rentabilidad. La reforma de la ley de Mecenazgo en España permite a las entidades jurídicas deducir un 40% del importe de los donativos del impuesto de sociedades, con mayores deducciones para donaciones recurrentes.
Como ejemplo, empresas como La Menorquina han visto materializados estos beneficios. En seis meses de colaboración con Phenix, lograron optimizar un 72,5% sus costes de almacenamiento y destrucción del excedente alimentario. Generaron un ahorro de más de 54.000 euros y alcanzando un retorno del 188% sobre la inversión en los servicios de Phenix.
Jean-Baptiste Boubault, Country Manager de Phenix en España, subraya: “Una adecuada gestión del excedente alimentario no es solo una cuestión de sostenibilidad, sino también de beneficios. Los negocios que llevan a cabo una estrategia basada en la gestión de sus excedentes ven una mejora significativa en su rentabilidad, generando un impacto directo en el margen operativo”.





