El Plato de Harvard ha entrado de lleno en las cocinas con el objetivo de mejorar nuestros hábitos alimenticios. ¿No sabes a qué nos referimos? Seguro que sí. ¿Te has fijado en que la tradicional pirámide alimentaria se ha sustituido por un plato redondo donde se representa una dieta equilibrada? Ese es el Plato de Harvard. Toma este nombre porque su responsable es la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, que lo bautizó en 2011 como Healthy Eating Plate.
Desde entonces, dicho plato ha sido avalado por expertos y expertas nutricionistas. Porque la idoneidad de esta representación es que nos muestra un adecuado y sencillo reparto de los alimentos a lo largo de una jornada. Es decir, se trata de combinar adecuadamente los nutrientes en las proporciones ideales, no de seguir una dieta estricta.
Tal ha sido el éxito que en 2019 dicha institución publicó una versión del Plato de Harvard infantil, es decir, adecuada a las necesidades de los y las menores de edad.
El Plato de Harvard también fuera de casa
He aquí el eterno dilema. ¿Cuántas veces hemos oído aquello de “tengo que dejar de comer fuera de casa porque me estoy poniendo…”? Quienes comen de restaurante a diario sufren las consecuencias de menús excesivamente calóricos y copiosos. Una tendencia que, afortunadamente, está cambiando, sobre todo en lo que respecta al menú diario.
Aún así, no está de más recordar que el Plato de Harvard es perfectamente aplicable a las exigencias y necesidades de la restauración en España. Y que, de hecho, los comensales agradecerán tal esfuerzo gastronómico.
Por ejemplo, ¿en qué se diferencia respecto a la histórica pirámide nutricional esta nueva modalidad? A simple vista, llama la atención que los cereales ya no ocupan una parte extensa y básica. En la pirámide, constituían su base, en el Plato de Harvard, son las verduras y frutas las auténticas protagonistas. Por lo tanto, ya tenemos por donde empezar.
A continuación, veamos una planificación del menú del día con cinco posibles opciones teniendo en cuenta el Plato de Harvard: 50 % de verduras y frutas; 25 % de hidratos de carbono y 25 % de proteínas. En definitiva, menús muy nutritivos pero más ligeros y digeribles, en los que solo debería tener cabida el agua y de postre, mejor fruta y/o yogur, ¡que después hay que trabajar o continuar con las obligaciones personales o familiares!
Menú saludable 1
Plato de verduras de temporada con salteado de cereales integrales más dorada y pieza de fruta.
Menú saludable 2
Combinado de pollo campero más ensalada de espinacas con queso, zanahoria y mango más rebanada de pan integral.
Menú saludable 3
Crema de calabacín más tostada integral de jamón serrano con setas más pieza de fruta.
Menú saludable 4
Poke de atún con habas tiernas, aguacate, zanahoria, sésamo y arroz integral.
Menú saludable 5
Berenjena y patata asada más garbanzos con espinacas y huevo duro, rebanada de pan integral y pieza de fruta.
He aquí una apreciación al Plato de Harvard. Algunos profesionales de la medicina y la nutrición ven necesario relativizar las bondades de este modelo. Aluden a la necesidad de ingerir dos platos, y no uno, con el fin de garantizar el aporte de nutrientes necesarios en cantidad. En cuanto a la calidad, creen que se debería aumentar el aporte de verduras y de proteína, por ejemplo, a través de una mayor ingesta de pescado o de legumbres.
* Copyright © 2011, Harvard University. For more information about The Healthy Eating Plate, please see The Nutrition Source, Department of Nutrition, Harvard T.H. Chan School of Public Health, www.thenutritionsource.org, and Harvard Health Publications, www.health.harvard.edu





