Autor: @SoyCamarero (Jesús Soriano) Twitter, Instagram, Facebook
Los mejores 5 tierra trágame de los camareros. Hoy os traigo directamente desde mis redes de @soycamarero, el top 5 de los mejores “tierra trágame” que he seleccionado de entre todos los compis que me mandaron sus anécdotas, en muchas de ellas os vais a sentir identificados y entenderemos perfectamente la expresión de ese momento ¡Tierra trágame! Vamos a flipar.
5-. Corta, pero intensa vida laboral
Nuestro compi Efraín de Valencia, nos cuenta su corta pero intensa primera vida laboral.
“Con 16 años en mi primer trabajo, me quedé solo, ya que todos mis compis se fueron a comer, en lo que se me acerca un hombre y me dice “Hola, soy celíaco”
Acto seguido yo le respondí ¡Encantado, yo Efraín!
De inmediado me pidió que llamara al encargado y pues nada, allí terminó mi relación laboral.
4-. Personas normales
La segunda anécdota nos la trae nuestra compi llamada Viviana, de Tarragona, en esta ocasión vale la pena pensar unos segundos antes de preguntar:
“Estaba reservando para una familia y el esposo me dijo ” Mi mujer es vegetariana” yo le respondí “No sé preocupe, tenemos menús para veganos” mi siguiente pregunta fue ¿Las otras personas son normales”.
3-. No mentir nunca
Nuestro compi llamado Víctor, de Toledo, aprendió que nunca hay que mentir a los clientes.
Una vez me tocó atender a unos clientes que me preguntaron que de dónde era el vino que les serví, como no tenía ni idea me lo inventé, al volver a la barra un compañero me comentó que esos clientes eran los jefes de la empresa de vinos que les acaba de servir. ¡Tierra trágame!
2-. Cuidado con la microfonía
Marta, de Madrid, trabajar en un 100 montaditos y tener un micro en cocina es lo que tiene: “Trabajaba en un 100 montaditos y me llegaron cuatro tickets de un mismo cliente, llamado Niko, y no se me ocurrió nada mejor que gritar por el micro en tono jocoso ” Joder el Niko, como traga” a lo que mi compañero de barra (Also my boss) me dijo “Marta, el chaval sigue aquí” Casi me muero, menos mal que Niko se lo tomó con mucho humor y me dijo que tenía razón, que comía mucho.
1-. Las piruletas son para los niños
¡ATENCIÓN! El próximo “tierra trágame” es de trágame y escúpeme fuera de la galaxia.
Estefanía de Lugo nos cuenta la tremenda anécdota:
Yo trabajo en un restaurante de mi familia y un día nos dio por comprar piruletas para los niños. Un día mi suegro le dio una piruleta a una persona con enanismo mientras le acarició la cabeza como a un niño. Yo no sabía dónde meterme.
Está claro que la vida de un camarero es para escribir un libro o mejor dicho, varios, mil historias, mil anécdotas que contar, os seguiré informando de la vida que vivimos tras la barra del bar.
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