“Lo más importante que podemos hacer en este negocio es fidelizar”.

R. Domínguez | Madrid
Charo Val es una chef que trabaja por su cuenta desde hace 10 años, cuando impulsó un concepto de servicio gourmet con La Alacena del Gourmet, una empresa que ofrece sus servicios a turistas que buscan los ambientes más exclusivos en la isla de Ibiza. Su concepto viaja ahora a Cuba de la mano de Cuba Gourmet. Con Charo Val estuvimos charlando esta semana y hablamos sobre este nuevo proyecto social y también sobre el servicio que están ofreciendo en Ibiza y que quieren llevar también a la isla caribeña.
La alacena del Gourmet viaja a Cuba con un nuevo proyecto ¿En qué consiste?
Nuestro viaje a Cuba se basa en un proyecto social en el que estamos abriendo una escuela de cocina en La Habana. Estamos ayudando a formar cocineros y profesionales de hostelería. Allí tenemos el apoyo de AECID y de la embajada de España en Cuba.
Les hemos ayudado a desarrollar un proyecto a los jóvenes emprendedores de Cuba. Es un modelo de negocio que allí no existe. Están formando una cooperativa para la creación de una plataforma para que el turista que llega a Cuba tenga la facilidad de contar con una guía de alojamiento, gastronomía, etc. Lo importante es que lo hacemos desde España y con emprendedores cubanos.
¿Por qué habéis apostado por Cuba?
Sería una inversión de riesgo, pero no invertimos allí. Siempre nos hemos sentido muy arropados por los chicos del proyecto y queremos seguir participando en la isla. Es un enfoque mucho más romántico que una línea de negocio. A las personas que trabajan en Cuba sí les proporciona una buena calidad de vida, pero son modelos de negocio que ya funcionan en España. No hemos descubierto nada nuevo.
Lectura recomendada: ‘La revolución verde’, de Eva Ballarín.
¿Cuál es el modelo de negocio que habéis exportado?
El enfoque es el mismo con el que nosotros trabajamos en Ibiza. Es un servicio personalizado para turistas; un servicio gourmet, una forma de trabajo diferente a lo que se encontrarían normalmente. Dentro de la isla de Ibiza hay otros lugares que no desarrollan un servicio tan exclusivo. Nosotros trabajamos con una filosofía que hemos marcado para nuestros equipos. Hemos detectado que en la península faltan muchas sonrisas. Es muy difícil que ahora mismo te atiendan con una sonrisa.
¿Cómo definirías la diferencia entre un servicio gourmet y uno que no lo es?
Nosotros creamos una atmosfera alrededor del cliente que es un conjunto compuesto por el servicio, la calidad del producto y la atención personalizada sobre el perfil del cliente. Nosotros tenemos unos conocimientos del perfil del turista en muchos casos porque ya les conocemos. Por eso sabemos lo que puede querer.
Al final, lo más importante es que fidelizamos. Lo más importante que podemos hacer en este negocio es fidelizar. Ahora tenemos una reputación de fiabilidad.
Cuando trabajamos con productos tan gourmet es necesario que el cliente confíe en nosotros porque no todo el mundo sabe si el caviar que ofreces cuesta lo que vale. Entonces es esencial que confíen en nosotros.
Estáis muy implicados también con la sostenibilidad en la restauración y esa fue una de las temáticas de tu último viaje a Cuba. ¿Cuál es la situación allí?
Presentamos nuestro libro El bosque en tu paladar allí. No se puede trasladar ni los productos ni el tipo de vegetación que contiene la obra, pero sí les expliqué cuál era nuestra posición en defensa del producto local; no venderse al mercado internacional, defender a sus productores, que los cocineros y los campesinos trabajen codo con codo. Así es como trabajamos aquí nosotros y es importante que lo conozcan allí antes de que lleguen los estadounidenses y les pongan a hacer hamburguesas.