La crítica es la gran oportunidad del siglo XXI
Domènec Biosca| Madrid
12 de marzo 2013
Si me preguntasen, después de más de treinta años dedicado a intentar ayudar a cambiar actitudes y aptitudes, qué es lo que me ha resultado más difícil de conseguir, sin ninguna duda contestaría: «El que las personas acepten la crítica como una gran oportunidad de mejorar».
[pullquote]La crítica es una gran oportunidad para mejorar.[/pullquote]
Así escrito y leído el título de este artículo, parece lógico, casi una verdad de Perogrullo, que la crítica es la gran oportunidad para mejorar. Pero en la práctica, en el día a día, son escasísimas las personas autocríticas que aceptan con agradecimiento, positivismo, humildad, reflexión y flexibilidad mental las críticas. La gran mayoría se sienten atacadas, maltratadas, ofendidas o menospreciadas. Justifican sus reacciones negativas, ante cualquier propuesta que no suene a halago, en la forma cómo se les criticó, iniciando inmediatamente una caza y captura desenfrenada de culpables y excusas acompañadas de verdaderos llantos de plañideras necesitadas de reconocimiento de aquello que ellos, los criticados, hacen bien.
[pullquote]Si no se soporta la crítica, los clientes se convierten en enemigos, los jefes en insoportables y los compañeros críticos en intrigantes y pelotas.[/pullquote]
Cuando esta actitud negativa, desgraciadamente muy común, se instala entre los profesionales de las empresas de servicios, en nuestro caso la hostelería, que es donde más se necesita la reconversión constante por tener como objetivo prioritario la felicidad de los clientes, se consigue, desgraciadamente, convertir a los clientes en enemigos, a los jefes y directores críticos en insoportables y a los compañeros inquietos y en desacuerdo, en intrigantes y pelotas.
Ojalá que mis queridos directores de empresas del sector consigan enviar al paro a aquellos colegas y empleados que se comportan con la disfunción mental comentada. De lo contrario su empresa estará en situación de alto riesgo, ya que tan solo gracias a la crítica podemos hoy disfrutar de los microondas, lavadoras, televisores, coches, etcétera. De no haber existido los críticos, el progreso no hubiese llegado a nuestras vidas y aún viajaríamos con ruedas de piedra.
[pullquote]De no haber existido los críticos el progreso no hubiera llegado a nuestras vidas.[/pullquote]
Les animo a poner de moda la crítica en cada rincón de su empresa y, superadas las primeras resistencias, el cambio positivo y constante se habrá instalado en la mente de sus colaboradores, pasando de ser, en algunos casos, «enemigos en la nómina» a «verdaderos vendedores de felicidad».
Si quieres saber más acerca de los consejos que ofrece Domènec Biosca a todos los negocios del sector de la restauración y hostelería, puedes adquirir sus libros enwww.educatur.com Este artículo está extraído del libro ‘Párese a pensar en la nueva hostelería y turismo del siglo XXI’