Barra de ideas
Barra de ideas

Aitor Sua: “Dar una primera oportunidad es un gran poder y conlleva una gran responsabilidad”

por | Mar 11, 2025

María Areces, Coordinadora del Programa de Inserción Sociolaboral «Empleo Conciencia» de Fundación Raíces, Aitor Súa, socio fundador del Restaurante TrèsDe y Saad Harboul, participante de Empleo Conciencia inauguraron el II HR Show, demostrando que, con la perseverancia, la confianza en el talento oculto y las herramientas adecuadas es posible cambiar el rumbo de una vida.

Desde 2010, Fundación Raíces ha trabajado incansablemente para brindar oportunidades laborales a jóvenes sin protección familiar en España. A través del programa Cocina Conciencia, la fundación busca compensar la falta de formación y experiencia laboral en jóvenes de entre 16 y 23 años, facilitando su transición a una vida autónoma. A pesar de las deficiencias en el apoyo institucional, Fundación Raíces ha logrado establecer alianzas con más de 250 empresas, proporcionando empleo y mentoría a más de 700 jóvenes.

El futuro de la restauración pasa por la inclusión y diversidad

Uno de los pilares del programa es la colaboración con empresas que no solo ofrecen contratos de trabajo desde el primer día, sino que también asignan mentores para acompañar a los jóvenes en su desarrollo profesional y personal. Este apoyo no solo mejora sus competencias laborales, sino que también refuerza su autoestima y confianza para construir un proyecto de vida en España. Empresarios comprometidos con la causa, como Aitor Sua, socio fundador TrèsDe, destacan que las dificultades iniciales, como el idioma o la falta de experiencia, pueden ser superadas con formación y acompañamiento adecuado. “Quizá con ellos, lo que he vivido yo ha sido el lenguaje, porque no es su lengua materna, y deben aprender también el lenguaje que se utiliza dentro de una cocina”, explica Sua. Sin embargo, resalta que “por lo demás, no tenía ningún desafío de verdad porque se ha adaptado muy bien con el resto del equipo”.

Sin embargo, los jóvenes beneficiarios de estos programas enfrentan importantes barreras, muchas de ellas derivadas de prejuicios y estigmas sociales. La percepción negativa sobre la inmigración y la exclusión social afecta su integración en el ámbito laboral y en otros aspectos fundamentales, como el acceso a la vivienda. A pesar de contar con contratos de trabajo y cumplir con todos los requisitos legales, muchos de estos jóvenes encuentran dificultades para alquilar una vivienda, lo que pone en riesgo su estabilidad y permanencia en el empleo. Como señala María Areces, “nos cuesta mucho ya acceder a una vivienda. Nosotros hemos perdido puestos de trabajo por no encontrar vivienda para los chavales”.

Para combatir estos prejuicios, Fundación Raíces impulsa espacios de sensibilización y colaboración con empresas, administraciones y sociedad civil. Para que la integración funcione con éxito, Fundación Raíces recomienda:

  • Compromiso por parte de la persona y del equipo que acoge.
  • Fomentar pasar tiempo fuera del espacio de trabajo con los compañeros, como en el caso de TrèsDe, que organizan partidos de fútbol. “Lo ideal sería que hay una rueda que funciona en esa empresa, en ese equipo concreto y es clave que el chico o la chica se incorpore y se deje llevar por esa rueda de buen funcionamiento”, explicaba María Areces. “Para nosotras eso es clave”.
  • Mentorizar y tener la capacidad para invertir tiempo en esa formación y en ese acompañamiento en esos primeros momentos de la inserción.

Los testimonios de María, Aitor y Saad demuestran que brindar una primera oportunidad laboral puede transformar vidas. La clave del éxito radica en el compromiso de las empresas y en la inversión en formación y mentoría. Aitor Sua anima a otras empresas a sumarse: “Yo animaría a todo el mundo que está aquí, o que tiene la posibilidad de dar esas primeras oportunidades, porque todos los que estamos aquí nos han dado esa primera oportunidad”. A través de esfuerzos conjuntos, es posible derribar barreras y garantizar que el talento y la determinación de estos jóvenes sean reconocidos, ofreciendo un futuro más inclusivo y esperanzador para todos.

Elena Carrascosa
Elena Carrascosa

Te puede interesar