Primo hermano del establecimiento del mismo nombre de San Sebastián, Zeruko Barcelona abre sus puertas con el objetivo de traer a la Ciudad Condal sus espectaculares pintxos. La familia Calvo, de origen pesquero, decidió vender en 1982 el barco con el que se ganaban la vida en las aguas del Mar Cantábrico, tomando la decisión de abrir un bar de pintxos en la calle Pescadería 10 de la Parte Vieja de San Sebastián. Cuando el matrimonio se retiró, los hijos Marili y Joxean cogieron las riendas del negocio para convertirse hoy una de las referencias en cuestión de pintxos en San Sebastián. Ahora los bocados creativos de Zeruko llegan a Barcelona, la primera ciudad elegida para su expansión fuera del País Vasco. En el establecimiento ubicado en la Gran Via de les Corts Catalanes, 654, se ofrecen hasta 42 especialidades a las que se añaden una carta de platos de comida tradicional con tendencias de vanguardia.

Zeruko ocupa en Barcelona un espacio amplio, eminentemente diáfano, dividido en dos niveles. Las referencias a la mar y la pesca conviven en una sala en la que se pueden tomar pintxos tanto en barra como compartidos alrededor de una mesa. A las influencias guipuzcoanas contemporáneas se unen elementos propios de la arquitectura local, como la puerta de inspiración modernista que delimita la cocina abierta. El equipo catalán está liderado por Iñigo Galdona, que reedita los pintxos clásicos de Donosti como el falso tomate, servido en una presentación fresca y divertida en la que pimiento, piparra y atún maridan sutilmente con mayonesa; el canelón de crema de foie y setas o la legendaria rosa de bogavante.