‘La panza es primero’, creando un nuevo concepto de restaurante mejicano

“Vender más y mejor” es una de las definiciones más concretas y prácticas del marketing. A cualquier gestor, propietario de un restaurante le gustaría vender más y mejor. Lo conseguirá si consigue generar mayor valor percibido a sus clientes.
Hoy traemos el caso del «Grupo No Somos Socios», que ha creado varios restaurantes de cocina mejicana, no en balde sus socios son mejicanos.
Tienen los siguientes restaurantes:
La Panza es primero (nueve restaurantes), Barriga Llena (2 restaurantes),Sabor a mí (1 restaurante), La tiendita (1 restaurante)
Repasaremos la actividad de este grupo bajo la perspectiva del marketing en dos artículos que aparecerán en Barra de Ideas en semanas consecutivas.
En este primer artículo analizaremos cuestiones relacionadas con su estrategia que nos parecen muy afortunadas y que pueden servir para otros gestores de restaurantes.
– Tanto en sus restaurantes como en su página web (www.lapanzaesprimero.com) comunican “Somos los mismos…pero no es igual”, “No hacemos restaurantes, creamos conceptos”.
Los propietarios de este grupo son conscientes de que los consumidores identificamos cada producto que consumimos con una serie de características (atributos). Si tienes un restaurante debes saber qué es lo que estás ofreciendo a tus clientes que sea diferencial.
Y ellos desvelan su estrategia de marketing en su propia definición: “creamos conceptos”. A la hora de diseñar qué es lo que van a ofrecer a sus clientes parten de una especialización fruto de su conocimiento (la cocina mejicana) que van derivando en conceptos (marcas) en los que cada uno de ellos tiene su propia personalidad y oferta.
En La Panza es Primero todo el restaurante respira coherencia de la imagen que se quiere proyectar: alegría, un sitio para pasarlo bien, nada de sofisticación, humor. La comida que preparan es fácil de preparar (nachos, pollo, fajitas, arroz, frijoles). La comida sabe mucho mejor de lo que realmente es gracias a la construcción de un ambiente espléndido que hace que el cliente salga muy satisfecho.
Los camareros son buenos vendedores. No dejan escapar al cliente y le aconsejan con tino. Aunque no lo sabemos con seguridad, suponemos que los camareros están altamente incentivados en función de resultados y sienten el negocio como suyo. Saben que lo más importante de un cliente es que vuelva y se convierta en un prescriptor (recomendador) del restaurante.
Relación honesta. Aún hay restaurantes que obligan al cliente a pedir botellas de agua en localidades donde el agua de grifo es magnífica. En La Panza es lo primero y resto de restaurantes del grupo el camarero recomiendan al cliente no excederse en lo que uno pide y cuidan del dinero del cliente.
La siguiente semana hablaremos de sus herramientas tácticas y creatividad.