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C. Estévez | Barcelona

Las cartas, además de mostrar la oferta gastronómica de nuestro establecimiento, transmiten nuestra filosofía de atención al cliente. Una carta descuidada con platos que ya no se ofertan, con referencias de vinos inexistentes o con un diseño pasado de moda puede hacernos perder clientes. Las cartas han de renovarse periódicamente. Lo más aconsejable es mantener una base de platos en los que somos realmente buenos y con los que nos distinguimos de nuestra competencia, a los que vamos añadiendo platos estacionales o nuevas propuestas.

Además, también tendremos que renovar nuestras cartas cuando la facturación no sea la deseada, si advertimos que hay platos de muy poca demanda, si nuestros clientes se van a la competencia… Será momento entonces de reposicionar, recostear recetas, cambiar el diseño de la carta, subir o bajar precios de cada uno de los platos, adaptarse a las nuevas tendencias gastronómicas… Recuerda que la carta, no es sólo un soporte físico del listado de tus platos si no que, junto con el servicio al cliente, es tu mejor herramienta de marketing!

Sea cual sea el motivo por el que cambias tus cartas, ya sea el inicio de estación o una profunda reorientación de tu negocio puedes aprovechar para:

-Incluir platos para alérgicos al gluten, la lactosa, etc.

-Ofertar platos bajos en calorías.

-Señalar distintas opciones de consumo del mismo plato: tapas, medias raciones…

-Destacar un menú degustación.

-Colocar en una zona especialmente visible de la carta tu presencia en las redes sociales.

-Potenciar tu oferta de desayunos.

-Mencionar si ofreces una propuesta afterworks.

-Aumentar tu oferta de bebidas y postres.

-Si incluyes fotografías, mejorar la calidad de las imágenes.

-Completar la información de tus platos señalando denominaciones de origen, variedades específicas de productos, métodos de cocción determinados, etc.

-Ordenar con mayor claridad tus platos, etc.