Y que todo gestor debería tener en el radar para no perder comensales, talento ni rentabilidad.
Si tu restaurante sigue cocinando como en 2019… mal asunto. La hostelería ha pisado el acelerador y el cliente también. HIP 2025 reunió a más de 56.000 profesionales en Madrid y ha dejado claro que este año, o te diferencias o te diluyes.
Con más de 700 voces expertas y 817 marcas mostrando músculo innovador, estas son las 10 claves que, si te dedicas a esto, deberías pegar en la pared de la oficina (o de la cámara de frío).
1. El cliente gasta menos, pero busca más
El canal Horeca crecerá un 4% este año, pero ojo: según Circana, el foodservice apenas subirá un 0,2%. ¿Qué significa esto? Que el cliente viene menos y gasta menos. Toca hilar fino con la experiencia, el servicio, la carta y los márgenes. Rentabilidad con alma, que dirían algunos.
2. Experiencia sí, pero sin fliparse
La hiperpersonalización es el nuevo mantra, pero no hace falta imprimir la cara del cliente en la espuma del café (true story). Lo que sí puedes hacer es segmentar, hablar su idioma y diseñar conceptos con alma, como una cafetería para amantes de los gatos o un menú pensado para foodies con alergias.
Según un estudio de PwC, el 73% de los consumidores valora más la experiencia que el propio producto.
3. Equipos que aguantan la presión (y no huyen)
Sí, hay rotación, y mucha. Pero también soluciones. En HIP se ha hablado del onboarding emocional, de la propuesta de valor del empleado (sí, eso existe), y de conocer a tu gente más allá del turno. La neuropsicóloga Eulalia Solís lo dejó claro: para que alguien se quede, necesita seguridad psicológica, pertenencia y sentido.
4. Millennials vs Boomers: un choque generacional en la cocina
Edad media del empresario hostelero: 50 años. Edad media del currante: 25-35. ¿Solución? Formación, flexibilidad y dejar que los jóvenes cocinen ideas propias (además de platos). Como dice Marc Roca (El Celler de Can Roca): “El cocinero del siglo XXI prioriza el bienestar y la sostenibilidad”.
5. Reducción de jornada: ¿oportunidad o jaqueca?
El nuevo modelo laboral pone contra las cuerdas a una industria ya exigente. Según Hostelería de España, el recorte de horas podría suponer una caída de 5.100 millones en facturación. La clave será innovar en gestión de personal, no en recortar servicios.
6. España lidera la inversión hotelera en Europa
El turismo sigue tirando fuerte. Málaga y Barcelona están en el punto de mira de los inversores. ¿El perfil de cliente? Más joven, más exigente, más digital… y más dispuesto a pagar si la experiencia lo vale.
7. Sostenibilidad que se toca (y se nota)
El 74% de los viajeros prioriza alojamientos y restaurantes sostenibles. No es solo marketing verde: es una exigencia. Materiales, proveedores, residuos, energía… cada decisión importa. Y sí, el cliente lo mira (y lo comparte en redes).
8. Comer fuera… no es solo por hambre
El cliente de 2025 no sale a llenar el estómago, sino a llenar el feed. Más visitas a sala, menos delivery y auge de conceptos WOW: espectáculos, storytelling, cobrandings y experiencias que mezclan lujo, fantasía y buena cocina.
El 72% de los consumidores consulta fotos y reseñas antes de reservar (fuente: Microsoft / HIP 2025).
9. La IA ya cocina en tu restaurante (aunque no lo sepas)
Desde predecir cancelaciones hasta crear menús personalizados, la inteligencia artificial ha llegado para quedarse. Según el Hospitality Tech Report, el 63% de los restaurantes que implementaron IA mejoraron sus márgenes en el primer trimestre.
Herramientas como Mapal OS, CoverManager o Restoo están facilitando este salto sin que tengas que ser ingeniero.
10. Autenticidad (o muerte digital)
Ya no se trata solo de estar en redes, sino de mostrarte de verdad. El vídeo es rey, pero lo auténtico gana. ¿La clave? Contar lo que pasa dentro, lo que no se ve, lo que te hace diferente. Ahí está tu marca. Ahí está tu gente. YouTube será la plataforma más efectiva para crecer en 2025 (fuente: Metricool).
Si algo ha dejado claro HIP 2025 es que ya no basta con servir bien. Hay que emocionar, conectar, cuidar al equipo, usar bien los datos y tener visión. Porque los negocios que destacan no lo hacen por tener la carta más larga… sino la estrategia más afinada.