Los hoteles han pasado del chatbot básico a un auténtico concierge digital que acompaña en cada momento de la estancia.
En España, la inteligencia artificial ya no es ciencia ficción hotelera. En 2025, los huéspedes la usan para reservar, pagar, filtrar información y hasta pedir una almohada extra sin levantar el teléfono
Según el Adyen Index: Hospitality and Travel Report 2025, un 41% de los viajeros españoles utilizó herramientas de IA para organizar sus vacaciones de verano. El dato impresiona más al compararlo con 2024: supone un crecimiento del 84% en solo un año.
Y ya no es cosa solo de jóvenes: la Generación Z lidera (71%), los Millennials siguen fuertes (55%), pero los Boomers son los que más han crecido (+193%). La clave está en cómo la IA reduce el “ruido digital” y simplifica decisiones. ¿Qué significa esto para los hoteles? Que el cliente que llega a recepción ya ha confiado en un asistente virtual para elegirles.
Del check-in al conserje 24/7
La transformación no se queda en la reserva. Más de la mitad de las empresas hoteleras españolas (56%) cree que la búsqueda y reserva asistida por IA cambiará por completo el sector. Y un 43% señala que la automatización para personalizar experiencias impactará directamente en la fidelización.
Esto se traduce en experiencias concretas y memorables: al entrar en la habitación, un asistente de voz parece anticiparse a cada deseo, desde poner la música favorita hasta gestionar el room service sin necesidad de moverse. Los sistemas predictivos, casi como un guía invisible, sugieren actividades locales que encajan con los gustos del huésped, recordando sus preferencias de estancias anteriores.
Los chatbots, por su parte, responden con una naturalidad sorprendente, como si un conserje humano estuviera disponible las 24 horas, listo para cualquier consulta o necesidad. Cada interacción, cada detalle, transmite la sensación de que alguien le acompaña en todo momento, cuidando su confort y personalizando su experiencia, aunque ese “alguien” no sea una persona, sino un algoritmo inteligente que aprende y se adapta continuamente, convirtiendo la estancia en algo único y profundamente conectado con quien lo vive.
El reverso: confianza y seguridad en IA
Aunque no todo es brillante. La digitalización trae consigo retos serios: un 36% de los alojamientos españoles ha detectado más intentos de fraude en pagos en el último año. La buena noticia es que la propia IA también se está convirtiendo en aliada para prevenirlos, reduciendo falsos positivos y garantizando reservas seguras.
En un sector donde cada transacción cuenta, la combinación de confianza y agilidad es clave. Si la IA ayuda a cerrar una reserva en segundos y, al mismo tiempo, protege de fraudes, gana tanto el cliente como el hotel.
En ese sentido, la inteligencia artificial ha pasado de ser una novedad tecnológica a una expectativa del cliente. Igual que hoy nadie imagina un hotel sin Wi-Fi, pronto nadie entenderá una experiencia sin un conserje digital que simplifique su estancia.
La hospitalidad española se juega mucho: adaptarse rápido para responder a un huésped más conectado, más exigente y más diverso. La IA no viene a sustituir la calidez de un buen recibimiento, sino a multiplicar sus posibilidades.




