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Alexandra Sumasi| Madrid

21 marzo 2013

Según cuenta la consultora Nielsen en un estudio realizado entre 87.000 consumidores de 57 países, y a tenor de los datos arrojados por los encuestados, el consumidor mundial muestra una acusada tendencia a comprar productos frescos. Si hace unos años la compra se enfocaba más a visitar el centro comercial cada semana o cada quince días y aprovisionar la despensa con productos menos perecederos, en la actualidad el consumidor tiende más a visitar negocios más pequeños dos o tres veces a la semana, con el fin de comprar más producto fresco. Así, las compras de productos frescos se situarían en una franja que va del 30 al 60%, dependiendo de la zona del mundo, respecto al total de las compras de alimentación. En Europa la compra de alimentos frescos representa el 46% del total.

[pullquote]Si la tendencia del consumidor es comprar productos frescos, ¿no crees que en tu restaurante pedirá lo mismo?[/pullquote]

¿Qué significado podemos darle a esta tendencia respecto al sector de la restauración? ¡Exactamente el mismo! Es decir, el cliente también buscará en los restaurantes el mismo producto fresco que adquiere para su casa. Para el consumo en el hogar, el cliente compra producto fresco por dos motivos. Uno es por economía, ya que es evidente que el producto fresco, es decir, alimentos de temporada, son sensiblemente más económicos. El segundo motivo es por una mayor preocupación en los alimentos que ingiere. Es un hecho que en los últimos años se está imponiendo cada vez más un estilo de vida saludable. Basándonos en estas premisas, ¿no crees que el cliente buscará exactamente lo mismo cuando va a comer o cenar fuera? ¡Toma nota! Apostar por los alimentos frescos y de temporada, ¡es una apuesta segura!