Prohibida la entrada de niños

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Actualmente existen ciertos temas polémicos en el sector de la restauración y la hostelería, y uno de ellos es el derecho de admisión. En Estados Unidos nacen los bares para bebés, mientras que en España parece que la tendencia es la contraria: prohibir los niños.

El restaurante-cafetería Style, en el centro de Bilbao, se ha hecho famoso por una nueva decisión que ha tomado su propietaria: prohibir a los niños la entrada a su restaurante, aunque vayan acompañados por adultos. También existen en la misma ciudad otros ocho o diez establecimientos de ocio nocturno que también restringen la entrada a los niños, pero el Style es el único de horario diurno que no acepta a menores.

El cartel de la entrada no deja lugar a dudas: «Reservado el derecho de admisión a quien con su comportamiento incívico […] cause molestias a otros usuarios, y también a los menores de edad, acudan solos o acompañados«. ¿La razón de esta decisión? Evitar que los clientes sufran las molestias que en ocasiones protagonizan los pequeños en restaurantes y hoteles, tales como carreras, peleas, rabietas, gritos o alborotos.

Las reacciones ante esta decisión fueron muy diversas. Por un lado está Hirukide, la Federación de Asociaciones de Familias Numerosas de Euskadi, que denunció como una discriminación para los menores y sus familias la medida adoptada por el local. Natalia Díez-Caballero, directora del colectivo, lamentó el hecho de que “se estén equiparando conductas incívicas con la entrada de un niño menor con un responsable”.

Sin embargo, en Hirukide no tienen intención de interponer ninguna denuncia judicial al respecto porque creen que la decisión es legal ya que «en el País Vasco no existe ninguna normativa específica que regule el derecho de reserva de admisión«, explicó la directora.

Por otra parte, la Federación de Hostelería del País Vasco, representada por su secretario general ejecutivo, Ángel Gago, apoya esta medida argumentando que «la ley protege esta opción, ya que las únicas discriminaciones prohibidas son por raza, sexo o religión», motivo por el cual calificó la decisión de la dueña del restaurante como «totalmente legal«. Además, añadió que «siempre que el establecimiento cuelgue un cartel en el que informe sobre su reglamento interior respectivo a la admisión y este no discrimine, está dentro de la legalidad«.

Según la Federación de Hostelería del País Vasco, «si no quieren tener menores porque buscan un público diferente me parece normal, el empresario tiene derecho a organizar su negocio». En este sentido, el presidente de la Federación Española de Hostelería, José María Rubio, coincidió con Gago. Según él, «nosotros respetamos la decisión de cualquier empresario siempre que esté dentro de la legalidad. Si su decisión es legal, dentro de su negocio puede tomar las decisiones que crea conveniente«.

A raíz de la publicación de la noticia, tanto el Ayuntamiento de la capital vizcaína como el Departamento de Interior han decidido implicarse en el asunto para esclarecer si la decisión de no admitir niños y adolescentes adoptada por Style es discriminatoria o no.

Aunque en España el caso de Style sea puntual, en Estados Unidos existen dos tendencias: cuando algunos bares se dedican exclusivamente a los bebés, otros apuestan por la tranquilidad, prohibiendo la entrada a los niños. En Monroeville (Pensilvania), Mick Viuck ha decidido restringir la entrada a su pequeño local a los menores de 6 años. Lo mismo en Carolina del Norte, los dueños del Olde Salty’s ya no aceptan a los “niños revoltosos o molestos” y advierten, con un cartel, que “los pequeños que rompan la tranquilidad del sitio podrán ser expulsados junto con sus padres”. Y todos coinciden sobre un punto: el problema no son los niños, sino los padres.

¿Podría ser una estrategia de marketing viral para provocar ruido?¿Es que la tendencia a la especialización se ha desvirtuado?¿O simplemente se trata de un cambio en la mentalidad del empresario para satisfacer a un público de alto nivel adquisitivo sin hijos?

Fuentes: www.publico.es y www.elcorreo.com

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